sábado, 2 de febrero de 2008


Se acercan las elecciones talibanes 2008, con dos contrincantes que parecen que no quieren ganar. No guiaré el voto de nadie, cada persona se basta para saber qué decide con su vida y con su papeleta, pero sí diré lo siguiente: fiel a mi flojera natural e indivisible, y apoyado en convicciones sociales, no votaré, como siempre. Porque creo en otro tipo de democracia.

Aunque ya puestos, íntentaré sacar algún provecho del papelito. A quien me dé más le voto. No, no me llamen para ofrecerme calidades de vida, politicos bastardos. Desde aquí vendo mi voto, por unas cervezas en el Salvador, por unas tapitas en San Pedro, por un abono para ver un buen partido, por una entrada al cine con sus palomitas... en fin, por poco más que nada. Y lo argumento. Es lo mismo que intenta hacer ZP con sus 400 lerus en junio y con su ayuda de vivienda, es lo mismo que hace Rajoy con sus promesas vacías de ilusión... los demás no van a ganar, así que ni los nombro.

Hoy, torpe en mis palabras en este sábado soleado, no me decanto por nadie.No hablo con los que hablan con terroristas, no hablo con los que nos mandan a la guerra. Pero no es eso lo que me importa. Lo que me duele es no llegar a fin de mes, lo que me duele es la gente que no llega. El depresivo, el timido, el alcoholico, el drogadicto, las madres trabajadoras, el desvalido, los animales, el mileurista, el dolorido, el desmotivado.... esos son los que me importan. Ni ETA, ni Irak, ni los ricos, ni la Bolsa, ni los campos de golf.... Por todo eso, y por mucho más, no votaré..., a no ser que me inviteis a unas tapitas...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bien dicho amigo, saludos desde Segovia

Anónimo dijo...

bien dicho amigo, saludos desde Segovia