jueves, 7 de febrero de 2008


La semana que viene a esta hora buscadme en esta playa, alejado de todo. Necesarias y merecidas vacaciones de cinco días en las que tengo que conseguir las fuerzas para la segunda parte del curso.
Tengo ganas de volver, creo que mi familia y yo tenemos una deuda pendiente con esta tierra. Un lugar que, en su día, nos acogió y que fue talismán para el desarrollo de mis dos hermanos, mis padres y yo. Siempre quedará en el recuerdo.
Reecontrarme con mis años adolescentes, con mis miedos y mis ilusiones, esa es la penitencia de una tierra que me dió, para bien y para mal, casi todo lo que soy hoy dia.

1 comentario:

Rafa dijo...

Totalmente de acuerdo.Esa tierra hasta ahora es el más grato recuerdo de nuestra vida en familia, casi sin interferencias y de una unión que conformó a un privilegiado grupo humano,una piña con los piñones bien diferenciados pero de un engranaje muy sólido.Será siempre nuestra segunda tierra y a la que necesitaremos volver de vez en cuando.Dale recuerdos al padre Teide.
Mariló.