jueves, 13 de mayo de 2010

Día 4. Baeza. Rincones y prosa...

Llegaba temprano a Baeza, descansado por haber podido dormir a pierna suelta en casa de Agustín, canario de nacimiento y ubetense de acogida. A él, como a muchos otros que conoceré, los pude encontrar en la página web hospitality.club.org, donde anónimos de todo el mundo ofrecen estancia en sus propias casas a cambio de una charla confortable y poco más. Ellos, con su hospitalidad, son la base de mi viaje, pues sería imposible llevarlo a cabo con un presupuesto tan reducido si no recortara por algún lado durante el camino.

Aprovecharé hoy para despejar dudas sobre mi travesía, algunas mundanas, pero prosa tan necesaria en el día a día para que, de cuando en cuando, pueda disfrutar de versos idílicos a lo largo de mi andadura.

Hoy, por ejemplo, en Baeza no tenía alojamiento. Así pues, doble tarea, por un lado encontrar la manera de descansar bajo techo y por el otro disfrutar del pueblo y sus gentes cámara en mano para poder retratar mi viaje. Lo primero que hago cuando llego al pueblo es situar la biblioteca, para así poder consultar internet de forma gratuita y establecer el itinerario a seguir por la zona. Lo hago por doble motivo, y es que además me hace disponer de lavabo si así lo necesitara. Sí amigos, es la parte menos decorosa de este tipo de aventuras, y es que un apretón a destiempo o una mala preparación en cuanto al aseo te lo puede chafar en un instante, y entonces dejaría de disfrutarlo en toda su medida.

Ya ubicada la biblioteca, sigo el itinerario previsto y realizo las fotos y videos que creo más interesantes. Me gustaría hacer algunas fotos más de noche, pues esta cámara del siglo pasado las trabaja mejor que las de pleno día, pero entenderéis que me es totalmente imposible debido a que, a última hora de la tarde, acudo a subir los archivos y la crónica del día. Sólo me tengo que preocupar de la comida, para lo cual acudo a los hipermercados más baratos, comprando lo necesario para alimentarme y no desfallecer. La cuestión del alojamiento me la he tenido que agenciar preguntando en la oficina de turismo. Al parecer, al final del pueblo, escondido entre la espesura, existe desde hace años una casa enorme regentada por un sueco que alquila las camas a 6 euros la noche. Ya os podeis figurar de lo que estamos hablando, un antro de mal asunto, durmiendo con descamisados que no tienen donde caerse muerto, eso mismo pensé yo. Nada más lejos de la realidad. Me planté allí a media tarde escamado, queriendo cerrar el tema de la pernocta para quedarme tranquilo y poder dar vueltas a gusto, y lo que me encontré allí, al final del camino de olivos, distaba mucho de la composición que me había hecho en mi mente. Se trataba de una casa alta, con balcones cuidados y plantas en las esquinas, con un porche desde el que se divisaba la sierra en la lejanía, y dentro del recibidor la mujer de Thomas, que así se llama el sueco, recibiendo a senderistas y demás con brío y una sonrisa en la boca. Tuve suerte, por lo visto se celebra esta semana en los alrededores de Baeza un encuentro de senderistas y aficionados al trekking y la casona estaba prácticamente llena. Sólo quedaba una plaza de esas económicas de 6 euros la noche. Ya os contaré mañana la experiencia, si no me han comido por los pies los bichos del campo que, a buen seguro, se colarán entre las literas buscando jaleo. En cualquier caso, ya tengo sitio para no morirme de frío o malvivir en cualquier lado, y eso es lo importante. Siempre estaré a tiempo de no aparecer si encuentro algo mejor de aquí a la noche, que lo dudo, y es que la señora ni me pidió el carné para confirmar la reserva, como si de una película de los Cohen se tratase. Ya habrá lugar mañana de dormir de mejor manera y asearme como es debido, y es que en Linares tengo alojamiento en casa de Jose, conocido a través de hospitality, que se ofreció a procurarme una cama decente y una buena charla, con algo de suerte.

Como digo, lo que os he contado es la parte más prosaica del viaje, pero necesaria y, a veces, reconfortante, y es que, cada vez más, creo firmemente en el importante aprendizaje que se hace en las dificultades, y hoy no será menos. Parece un tópico, pero es cierto que es la mejor manera de valorar lo que uno tiene en casa, tan acostumbrados todos a que nos pongan por delante mesa, mantel y bollo, y encima con la queja siempre entre dientes...

Aparte de eso, Baeza me ha cautivado. Las callecitas del casco histórico te transportan a época de caballeros y doncellas, y revives sin quererlo pasajes de otro tiempo, lo cual hace verdaderamente emocionante el paseo, visto lo que me cae en gracia la historia de nuestra tierra, más aún cuando la tienes delante y puedes percibir los olores en propia carne.

Para mí quedarán los momentos vividos en la antigua Universidad de Andalucía, hoy convertida en Instituto, sentado en el mismísimo estrado desde el que, ni más ni menos, Antonio Machado dictaba clases de gramática francesa a sus alumnos. Como seguidor de las letras y fiel escudero de la palabra, tuve que soportar el nudo en la garganta y los vellos como escarpias al contemplar documentos manuscritos por él mismo, como si aquellos relatos divinos acabaran de escribirse. Así continué el paseo, entre muros de piedra y recovecos de otro tiempo, viendo atardecer despacio, enamorado sin remedio de este pueblo y estas calles, las mismas que antaño vieron pasar lustros de juglares y espadas apostadas en los rincones, donde el peligro acechaba y el amor era verdadero, relatados por poetas de excepcional valía y nobleza...

Y mañana Linares. Veintitantos kilómetros por delante y mucho en lo que pensar, con la mochila llena de ganas de aventura, a pesar de un mundo que parecer desconfiar de sí mismo mientras algunos visten bonito y observan impasibles hambre y frío en la otra acera, sintiendo tristemente nada...
Un abrazo a todos.

Lo mismo de siempre... fotos y videos pinchando abajo...
http://www.flickr.com/photos/50063804@N06/sets/

4 comentarios:

reme dijo...

El camino es el camino,no estas sólo créeme,tienes como aliada a la naturaleza y sí así es así tiene que ser,estoy segura de que sí la dejas entrar suavemente,si logras esa empatía,sí la sientes una con cada soplo, su color,como late,como se viste para tí, única,está creando para tí.No pienses tanto ,y luego nos lo cuentas.Un beso.

CDI_RSH dijo...

Cuanto estás disfrutando de la aventura y nosotros contigo. No perdemos detalle. Ahora toca Linares, a los que nos gusta los toros nos hace recordar a Manolete. Ánimos.

Anónimo dijo...

un abrazo. que el camino se te haga tan llevadero como leerte cada dia desde nuestro mundo de mentira.juan

Anónimo dijo...

Estas muy guapo en las fotos!!