jueves, 17 de diciembre de 2009

Peripecias de fraile...

El libro de mi amigo Juan está dando para mucho. Entre batidas contra ácaros me ando ensimismado estos días, devorando capítulos que no tienen desperdicio. El que les relato es digno de ser contado, estén atentos. Corría el año 1520, en época de viajes al Nuevo Mundo en busca de colonizar a los indígenas a la vez que llenaban los bolsillos de piritas de digna pureza. En cada nao, por aquello de ambas cosas, zarpaban a bordo un par de curas o frailes con objeto de repartir bendiciones por doquier y llevar la palabra inquisitoria más allá de nuestras fronteras. Curioso, pues no era raro que por los lares de las Américas, los mismos que vestían sotana y alzacuellos pillaran una de esas fiebres venéreas que les hacían palidecer la picha, pero ese no es el caso. Al fin y al cabo, imaginen el cotarro, pongamos que Fray Perico, sin borrico, y Fray Felpudo, naturales de Sigüenza y residentes en el monasterio de la Rábida, son elegidos, junto con 10 marineros, 4 tripulantes y 6 pasajeros, a partir desde Sevilla hacia tierras colombianas. En esas que, a pocas millas de la costa, se les echa encima un bergantín berberisco, haciendo señales para arriar velas. El patrón se dispone a acatar banderas, ideando un acuerdo rápido con los rebeldes para poder seguir el rumbo, a salvo, pero claro, los curas no las tenían todas consigo, y es que para un moro, y no es de ahora, un cura mola, pero mola más colgado boca abajo, con o sin cabeza. Eso o recluiditos en alguna mala mazmorra de Fez, rodeado de ratoncitos y delincuentes. Y claro, allí decidieron rápido, pillarse los estiletes más a mano, ocultar tripulación y pasaje y vestirse de guerreros, los dos solos, rezando lo que sabían minutos previos al desembarco. El acojone, imaginarán, total y absoluto.
Y los moracos cada vez más cerquita, relamiéndose con el botín, hasta que quedan flipados divisando por proa dos sacerdotes en oración, dándose golpes en el pecho y con la mirada perdida. Y en esas, cuando andan los navíos a golpe de saltito y los moriscos se plantean el abordaje, los dos hijos de la patria, de la nuestra, saltan al bergantín vueltos loco y blandiendo espadas en los pechos de los enemigos, poseídos cual Santa Teresa, pero con la mala leche de Torquemada y los 40 ladrones, llevándose por delante la intemerata de pieles negrucias, y los que quedan entonando las de Villadiego por popa, chapoteando sin mirar atrás, como buenos caguetas extranjeros…
Relata la crónica de la época que los dos solitos dieron matarile al menos doce infieles, y todo ante la atenta mirada del patrón, que ya a estas alturas estaría muerto de la risa con el espectáculo. Arribaron como pudieron en las costas portuguesas, desembarcaron lo que quedaba vivo y prosiguieron su camino hacia las tierras del Nuevo Mundo, como si nada, con otra historia en el zurrón para contarle a los colegas. Curas como Dios manda, nunca mejor dicho, y es que uno piensa, y no es en balde, que si, en vez de contar lo mismo de siempre en misa, los amigos sacerdotes nos relataran estas peripecias de otro tiempo, sabría de uno que acudiría el primero a la cita cada domingo, puntual, desde luego, y hasta pasaría el cepillo si se me pidiera. Sin pensarlo, vaya, aunque solo fuera por honrar la memoria de aquellos dos valientes y su digna historia...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

buenisimo kike.ana

Anónimo dijo...

que buenas historias nos cuentas. asi da gusto empezar la mañana de trabajo. besos.marina

fernando dijo...

tu blog es peligroso. entro todas las mañanas con la intencion de estar solo un rato pero al final me engancho a leer historias pasadas y se me pasan las horas muertas. fernando

P.Robles dijo...

Como siempre otra buena historia. Te reitero desde aquí mi gratitud por tu inestimable ayuda una mañana de Mayo, entre desayunos y risas. Te hago participe como sabes del exito que va a tener el anuncio de Cruzcampo. Estoy convencido que vivirás de tus letras, un logro dificil de conseguir en nuestros dias. Tienes todo mi apoyo y cariño y te recuerdo que tenemos una cena pendiente para celebrar lo que acordamos. Un saludo

Kike Vazquez dijo...

la gratitud es mia por hacerme participe de tu proyecto y poder aportar mi granito de arena. ha sido realmente emocionante ver el producto final. Mis felicitaciones más sinceras, lo celebraremos en esa cena que me debes. un abrazo

Mariló dijo...

Hoy en el canal sur,en el telediario ha salido por primera vez el anuncio de cruzcampo, la letra es genial.