miércoles, 2 de septiembre de 2009

Decíamos ayer....

Un verano más que huye, pero éste dobla la esquina despavorido. Y no es para menos. El panorama no hace demasiados méritos para que uno se sienta reconfortado, pero es lo que toca y lo que nos merecemos, indudablemente. Aún así, no empezaré el curso bañándome en las mediocridades de algunos y las lindezas del Ministrillo de turno, que ya habrá tiempo de sobra, créanme, para que la leche se me agrie y la tostada se haga incomible. Hoy quiero hablarles de proyectos, de los míos, vaya, que, salvo raras excepciones, son los que más me importan. A sabiendas, seguro, que ante tan magnánima proposición, más de uno torcerá el gesto, echándose a la boca el egoísmo de uno mismo y elitismo que destila el “tío del blog”. Pero es que me la trae al pairo. Con cerrar la página y pasar a otra cosa tiene usted bastante…


Que me desvío... De proyectos, hablábamos de proyectos. Y es que este año me he propuesto ganarle la partida, con mucho, a todas las barreras, reales o no, que cercenan aspiraciones particulares, tal vez sin grandes pretensiones, a veces sí, pero que siento necesarias antes de estirar la pata. Porque, hagan caso, aquí nadie se queda, por mucho Bifidus y comida en sobre. Espero no vengan a darse cuenta ahora…


Las circunstancias y las letras, y digo bien, las letras, me han otorgado la reflexión que tantos años he echado en falta, y han hecho crecer en mí ilusiones que hasta hace bien poco no existían. Y pretendo cumplir conmigo mismo, que es mucho, proponiéndome alternativas de vida, complementarias con la existencia que acarreo, pero diferentes. Es por eso que durante todo el verano ha rondado en mi cabeza, después de leer relatos sobre travesías a pie, aventuras en la montaña, y, más en concreto, el libro “Guadalquivir”, de Paul Gwynne, la idea de realizar humildemente el trayecto de dicho río, desde su nacimiento hasta su desembocadura, recorriendo todos los pueblos que habitan en su ribera. Una manera más, si quieren, de retornar al reposo y la reflexión que da la naturaleza, mientras que, al mismo tiempo, lleno mi hato de experiencias que me hagan embarcar en mi primera novela, Dios mediante…


Por eso, por tanto que os debo, quería, al menos hoy, compartir con vosotros uno de los retos que mi mente se ha marcado para este año, quizás buscando, a buen seguro, una manera de hacer público mi desafío, para así convertirlo en un compromiso con todos aquellos que tienen a bien asomarse a estas líneas.

Aparte de eso, vengo fuerte y vigoroso, con la pluma bien afilada y los cinco sentidos más dispuestos que nunca a sonrojar al impune que se pasea mientras ahoga, pero también para rendir homenaje con más corazón aún a los que nunca tuvieron unas letras que dieran buena cuenta de su paso por esta ciénaga de vida. Disfrutemos un año más y haced vuestro este refugio de sensaciones, porque así nunca dejó de serlo. Así lo quiso el destino…

5 comentarios:

Anónimo dijo...

me emocionar ver la fuerza que tienes. siempre he intuido tu ser diferente a los demas pero quiero que sepas que los que te seguimos apoyamos todos tus proyectos. mas que nada porque seguramente piensas, escribes y haces todas las cosas que el comun de los mortales querria hacer pero le falta huevos y talento para hacerlo. Tu lo tienes, aprovechalo. Yo seguire permaneciendo en el anonimato, observandote.

Anónimo dijo...

que alegria me he llevado cuando me he acordado y he puesto el blog. mil saludos

Anónimo dijo...

mil besos wapo. animo caña al mono!

Anónimo dijo...

Te animo a que emprendas todos esos caminnos que deseas recorrer!!Bienvenidos de nuevos a todos/as los que seguimos la Terapia como Escritura!!
Maria VO

Anónimo dijo...

Te animo a que emprendas todos esos caminnos que deseas recorrer!!Bienvenidos de nuevos a todos/as los que seguimos la Terapia como Escritura!!
Maria VO