jueves, 12 de febrero de 2009

Poeta Laraña...

Permita letras humildes haciendo honor a su aura. Cualquier semblanza que se le dedique no acercaría a imaginar tanta profundidad en un sólo corazón, y es que hay más razones que palabras que signifiquen. Les hablaré hoy del padre entre los padres, de apellido Laraña, ese que habita en reino celestial pero que antes de partir quiso regalar al mundo la esperanza y la bondad de un alma pura, libre y eterna...
Ocurría cada domingo a las doce, cuando el Sol más aprieta, el Padre Laraña vestía su capa blanca, honorable, y se deslizaba a la iglesia desvencijada de humilde construcción, allí en isla lejana, lejos de su tierra y de su gente, esa que le dedicó tantos nombres de calles y vestigios de César triunfante, por simplemente ser como era…
Comenzaba la misa como dicta el regio canon, recitando con destreza cada verso bíblico, dando la razón a la poesía del mensaje, esa que reconocías en cada párrafo sólo si sus labios eran puerta al mundo, como poeta.
Entendí entonces que la oratoria distingue a la persona, y que, más allá de credos y dogmas, la paz empieza por uno mismo, con un sinónimo común, el amor, altruista y sin esperar nada a cambio, tan sencillo como quimérico, a la vez posible…
Jesuita por convicción, cuentan sus compañeros que leía y releía párrafos subrayados de cualquier texto, antiguo o moderno, si versaba sobre actitudes humanas, quizás intentando dar respuesta a tanta pregunta sobre las relaciones entre iguales, tan complicadas como, a veces, hermosas…
Levantaba al alba, dirigía unas oraciones sinceras de rodillas y disponía de sus quehaceres con la misma humildad que inauguraba centros de día en su nombre o le condecoraban con medallas por su trabajo y por su buen hacer.
Son interminables las obras, incontables los lugares que visitó sin dejar indiferente, contaba por miles los agradecimientos de niños, mayores, adolescentes… siempre al lado del que no tiene nada, dando calor a inviernos gélidos con miradas solemnes…
Se retiró poco antes de su muerte, a los 95 años, tras haber dejado tras de sí una vida completa de misiones y bondad infinita, y obró milagros, ese requisito que pone el Vaticano para santificar. Lo hacía cada domingo, en misa de doce, con la iglesia repleta de almas vacías que salían por la puerta media hora más tarde dando un sentido a sus pasos. Su milagro consistía en eso, desde el amor, curar corazones en espanto, simplemente con palabras sinceras y escalofríos repentinos...
Su legado curtirá a los que le conocieron, sus palabras se oirán por los tiempos, su mensaje vivirá más allá de su tumba y sus oraciones. Mi lanza y mi pluma recordarán su semilla con pulcritud, como entendió su existencia, y clamarán honores puros en cada gesto, si usted, donde estuviere, tiene a bien guiarme en el desempeño.
Me trataste de “hijito”, y como padre amable que fuiste honraré tu presencia en este mundo dejado de la mano de Dios, ese al que tanto leías y rezabas… y aún así, padre, no seré digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya… bastará para rendirte pleitesía...

13 comentarios:

Anónimo dijo...

joe kike, que bien escribes. Ese hombre es el mismo que el de la calle en pleno centro de sevilla?¿? y tuy lo conociste?? no veas

Anónimo dijo...

no podia imaginarme que ese hombre existiera casi en la actualidad. tuvo que ser un hombre realmente bueno.ana

Anónimo dijo...

en huelva hizo muchas cosas ese hombre. me ha encantado lo que has escrito y como lo has escrito.Ruth

Anónimo dijo...

Si existe cielo, el Padre Laraña habra sonreido hoy..

Anónimo dijo...

esta enterrado en granada, podeis visitarlo en el monasterio de la cartuja. no sabia de este hombre. gracias por acercarnos a este personaje. el hoomenaje que le has hecho le haria mucho ilusion. Una granaina

Anónimo dijo...

Aún lo recuerdo, tan delgadito, pero muy alto y ya viejito...Tuvimos el honor de presenciar algunas de sus misas, la verdad, que aunque yo era aún una niña, aquel hombre vestido siempre de blanco, me llegaba al corazón..Un dulce beso le mando desde aquí.!!
María V.O.

kikofen dijo...

Gracias por comentar!!

Anónimo dijo...

Era un Ser especial,otra de las tantas cosas buenas que nos dió nuestra querida Tenerife:conocerlo y dejar que nos calara hasta el fondo.Fue un placer beber de sus experiencias con la cercanía que él lo hacía.Gracias por dar testimonio de una persona tan buena.Me uno a María y le mando un beso allí donde esté.

Anónimo dijo...

Buen fin de semana... y el sabado haced mucho el amor...aunq solo sea por ser un dia señalado.

Anónimo dijo...

Me impactó tanto su personalidad y sus mensajes que siento mucha paz interior cuando le recuerdo. Conociendole a él se da uno cuenta que también existen personas "malas" en el mundo que te transmiten lo contrario... Sin embargo él pensaba que "todos" podiamos ser buenos si realmente así lo queremos... Me ha encantado tu comentario Kike, con tu recordatorio gentes como el padre Laraña nunca nos abandonaran....

Anónimo dijo...

recuerdo kike que una vez me hablaste de este hombre, y desde entonces he estado buscando en la web muchas cosas sobre el hasta que me he topado con tu articulo de hoy. no he leido en internet palabras tan bonitas como las tuyas. le hubiera gustado leeerlas. un abrazo de un amigo de la resi que te estima.

Anónimo dijo...

por cierto, murio un 9 de febrero de hace dos años justamente, supongo que le habras dedicado el articulo por la efemeride, y como ha dicho una chica antes, podeis visitarlo en granada. Creo que los que le conocen tendrian que peregrinar para rezarle. un abrazo a todos

Anónimo dijo...

ostras pos no sabia que hacia justamente dos años, que casualidad