lunes, 21 de abril de 2008


Los lunes toca darle caña a alguien, y hoy no será una excepción.
Te los encuentras mirando la luna de tu coche de forma disimulada, con uniforme que asoma pelotillas, pantalon a juego, azul, como todo buen uniforme, y una gorra que se queda a medio camino de la de un guardaagujas venido a menos. Son los encargados, DIos mediante, de hacer respetar el deber ciudadano de no aparcar más de cierto tiempo tu carro en zona pública sin apoquinar tu eurito de rigor. Y van con su aparatito repartiendo multas en pos del bien y la concordia de los buenos ciudadanos del mundo, de los honrados y los que no lo son ...
La zona azul, tan detestada como criticada, no deja de ser un reflejo de lo que se ha convertido nuestro mundo cercano, un pagadero continuo y sin sentido, y ojito, que se llevan el coche como no apoquines, y la cara de tonto que se te puede quedar....
Así que agárrense bien a las maquinitas expendedoras de quitamultas, no vaya a ser que uno de estos guardianes de la estabilidad del aparcamiento, estos héroes del espacio compartido y ajustado, cojan y te ajusticien con su "game boy" monocromo con una multa de mil pares. Terminaremos con un tío de estos detrás multándonos cada vez que demos un paso de más, una respiración más fuerte de la cuenta. Y nos terminarán llevando al depósito...

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