miércoles, 17 de diciembre de 2008

Manda pantalones...

La historia amable de los martes asoma con retraso, como los cerebros de quienes nos gobiernan. Y es que lo recuerdo como si estuviera grabado en dieciseis milímetros y me la pusieran los sábados.
Era costumbre, y sigue siendo, hacer una fiesta al finalizar el curso en el colegio. Venía a ser un día especial, te despedías de los amigos hasta el año siguiente, una eternidad vista desde los ojos de un niño de 6 años, porque es lo que tendría, se trataba de 1º de EGB, del último día.
Esa mañana era la mejor, amanecía pronto y el sol era noble en el horizonte mientras enfilabas la escuela con tu bolsita de gominolas pertinente, por aquello de colaborar con el momento, ya saben. Recuerdo que aquella mañana mi madre me vistió un pantaloncito blanco corto, ese que usan los niños buenos en verano, prenda que iba hacer que recordara ese día toda mi vida. Volviendo al tajo, llegábamos a clase, previamente decorada con cartulinas de colores y soles relucientes que daban vida al aula, nos sentábamos, y Manoli, la tutora, ponía música en el viejo radioasette que había servido para repetir abecedarios durante el invierno. En aquella época ya creía ser mayor, tenía un buen grupo de amigos, compañeros de travesuras y correteos en el que ejercía de ilustre cabecilla, y claro, como ya era "mayor", ya tenía mis devaneos infantiles con la linda de la clase, gajes de la popularidad...
Pero no todo iba a ser tan idílico, por mucho que el día apuntara como nunca. Llevando diez minutos sentado, un mal gesto al agacharme a coger un maldito caramelo de fresa hizo que el pantaloncito blanco se rajara desde donde acaba la cremallera hasta donde se amarra por detrás el cinturón, vamos, que ya no era una prenda, eran dos, y yo en medio. Y ahí acabó la fiesta y empezó el infierno, se esfumaron los correteos y travesuras, se terminó aquello de acercarse a la muchacha mona, y hasta se me fue el apetito de gominolas, pues las repartía Manoli, la profesora, en su mesa, y para ese menester era necesario levantarse...
Recuerdo las caras extrañadas de mis amigos y hasta de la niña guapa, que me miraban y me preguntaban por mi repentina actitud, tan melancólica, sin saber que estaba sentado en un retamal de tela deshilachado e indigno. Aguanté el tirón, no me moví de mi asiento mientras los demás no calentaban posaderas y se hartaban de chucherías hasta rozar el cólico. Y tocó la sirena, salí como pude y allí estaba mi madre esperando, inconsciente de mi fatídico fin de curso. Con el tiempo entendí que eso de ir con el culo al aire iba a ser una tónica en mi vida, pero al menos ahora, si quisiera, me zamparía todas las gominolas que me apeteciera, no dejaría de hacer travesuras con mis amigos, y hasta cortejaría a alguna niña mona, porque en realidad, en este mundo, todo cristo va en pelotas...

martes, 16 de diciembre de 2008

Buenos corazones....

Se me hace realmente difícl explicarle a mi conciencia la hipocresía de un lugar que revienta ilusiones y arrastra en su marea sueños y buenos propósitos. Pero déjense de medias tintas, queridos lectores, observe al que tiene al lado y valore si es buena persona, nada de grandes proezas ni heroicidades de película, hablo de cosas nimias, no sé, si deja pasar al anciano, si guarda la cola en carnicería, si cree en la palabra más que en el castigo físico, si circula por el carril de la derecha a la velocidad adecuada. Espero que lo vayan entendiendo. No apliquen complicadas fórmulas matemáticas ni ecuaciones sin resultado, tiren de la manta de su día a día, de su latir cotidiano, su mirada a primera hora de la mañana, su gesto al salir del trabajo, su ritual al acostarse en cama propia o ajena.... Obvien su estatus social y económico, dejen de lado las posibles amistades y amoríos, lo que dicen que fue y lo que puede llegar a ser, sólo ponga su lupa en el instante que dijimos y dé nota, sin miedo a equivocarse, al fin y al cabo nadie sabe la respuesta correcta...
Por eso, amigos, amigas, abrazad bien fuerte la bondad en lo cotidiano, pues yo os juro, por mi espada, cada vez más afilada, que el destino sabrá recompensarte al tiempo, si no mis letras...

lunes, 15 de diciembre de 2008

Lunes Lunero, frío como la escarcha, tanto que mis dedos se han quedado helados, aún llevando guantes. Que sea otro quien regale letras amables, pues yo hoy no tengo....

viernes, 12 de diciembre de 2008

La primera vez que me tocaste...

Noche clara de Agosto, las luces y el alboroto sonaban ya lejos, eco de lo que unos días antes habían sido suspiros de trasnochados y carcajadas anónimas. Un verano más que se iba, y llegó la brisa al encuentro de los habitantes de un pueblo que la historia nunca recordará. Una sola bombilla alumbraba aquella calle, testigo silencioso de lo que nadie supo reconocer en un primer momento, ni quizás en un final...

La calle Pinta, como aquella carabela que vió por primera vez el nuevo mundo, fue escenario solemne de tan maravilloso milagro, irreconocible ni para sus protagonistas en aquel instante. Repicaba la medianoche el campanario del otro lado del pueblo, la brisa desapareció y se sentaron uno enfrente del otro. Como si nunca hubieran enfrentado hasta ese momento la verdad que sus almas reclamaban, él, tan ávido en palabras en momentos sin importancia, ahora, cuando más necesitaba de aquella lucidez, acabó sus discurso entre balbuceos, con la vergüenza propia de quien llega por primera vez a una sala esperando una sola palabra brillante, una sola oportunidad para sobrevivir. Y creyó haber muerto, tanta belleza, tan cerca, tanta perfección al alcance de sus dedos, como besar el mar, como guardarse una brizna de aire en el pantalón, imposible y a la vez posible, lo cercano de lo lejano, lo invisible de lo más visible. Noche de locura, el ser más bello le sonreía ante sus proposiciones, tan quiméricas, tan ilusionantes, tan milagrosas... y la desazón no hacía sino crecer en él, y cada vez se iba haciendo más y más pequeño.

Volvió la brisa,incómoda, y ella vistió con su chaleco, fino pero agradable al tacto, jamás él se percató de tan noble prenda hasta que ella se la enfundó, perfecta consonancia, parte de él ya formaba parte de ella, preciosa paradoja, tan extraño momento pero a la vez tan tierno. Y ocurrió.. Ella, cada vez más cerca, alargó su mano y lo acarició inocente, ni de lejos sospechaba el desorden que por aquel momento clamaba cada palmo de su cuerpo, aquel maravilloso desorden...

Y así ocurrió, una noche más en la historia de la Humanidad, la noche más importante, la que jamás dejaré de recordar hasta el día que, en mi lecho de muerte, sea yo el que alargue mi brazo para acariciar lo más maravilloso que se cruzó en mi camino y que, ni por asomo, dejaría volar lejos. Aquella madrugada y todas las que hemos vivido, hacen que, después de tanto tiempo, el desorden, lejos de apaciguarse, domine cada acto de mi cuerpo, cada segundo de mi vida. Dominas mi mundo, creí que lo menos que nos merecíamos era tener un breve relato de la primera vez, la primera vez que me tocaste...

jueves, 11 de diciembre de 2008

Si les hace bien a vuesas mercedes, el pintor de cuadros, por enfermedad y por obligaciones académicas, postpone su pintura para mañana... asi que piensen en ovejitas si tienen a bien...

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Animales pero distintos...

Sobra decir que este pasado puente me dediqué, como media España, a hacer molde en mi sillón preferido y a comer las delicias de mi madre, que son muchas y variadas. Pero hubo dos imágenes que me hicieron saltar de la cómoda postura. Una, quizás lo hayan visto, lo del perro que coge del hocico a otro perro atropellado en medio de la autovía, jugándose la vida en medio del tráfico que iba a toda velocidad por un compañero quizás ya inerte. Un gesto tan humano que parece mentira que lo lleven a cabo estos dos animalitos.
La otra imgen es más tétrica aún. Los del Caiga quien Caiga, tan ácidos como siempre, se dedicaron a preguntar cuestiones básicas a los Diputados en la puerta del Congreso. Nada de difíciles fórmulas, preguntitas del tipo cual es la Capital de tal provincia o a qué temperatura hierve el agua. Ya se imaginarán las respuestas, al menos las que sacaron en pantalla... algo peor que lamentables. Pero hubo una que fue la monda, le preguntaron a la señora Ministra de Trabajo por el sueldo mínimo profesional en España y, señores, la horrible política no tenía ni pajolera idea. Díganme si no es para organizar una revuelta y saquear las Arcas del Estado en pos de una repartición justa...
Y ahora comparen historias, la del perro y la de la MInistra, y piensen cual de los dos se preocupa más por el prójimo, cual de los dos vive mejor y, sobre todo, cual de los dos tiene más Humanidad... y llegarán a la conclusión de siempre, votamos en las urnas a los animales equivocados...

martes, 9 de diciembre de 2008

Manzanas sobre mormones

Os prometí lo del intento de asesinato el martes pasado. Y es que fue gracioso, menos para los perjudicados. Tendría unos 9 años, mi edificio estaba enclavado en medio de un terraplen enorme donde la gente aparcaba y algunos cruzaban para acortar camino en su destino. Era un lugar de tierra y yerbajos muertos, de cuestecitas que hacia las delicias de la bicicleta en verano, pero ese día iba a ser mejor. Cuando era pequeño tenía la insana costumbre de arrojar las manzanas semimordidas a ese pedregal de mala muerte cuando ya no quería más, y fue aquella noche incierta cuando dos mormones bien trajeados caminaban tranquilos por aquel camino indecente, manchando sus relucientes zapatos, cuando les vino a caer, cual meteorito, aquella fruta mordida del cielo. Que me imagino el susto de los señores, en plena noche, en medio de un camino siniestro, que te golpee algo que se deshace y te llena de caldo, tuvo que ser gordo. Pues en esas que yo, que siempre me percataba que no hubiera nadie abajo, me asomé por curiosidad infantil para ver donde había caído el material, y recuerdo perfectamente sus siluetas dibujadas en la oscuridad mirando hacía arriba. Me escondí al instante y pensé que ahí había acabado la historia. "Les habrá caido cerca", pensé...
Diez minutos más tarde estaban los señores en la puerta de mi casa y mi madre, ajena a todo el cotarro, sin tiempo para escucharlos, intentando persuadirlos para que se fueran a enseñar su religion a otro piso. Y yo allí, cerca de la puerta, como si vinieran a buscarme para llevarme por tal horrendo crimen. En esas que interrumpen las evasivas de mi madre y en un infame español exclama el rubito: " Que su neño me ha torado una mansanaaa". Mi madre lo entendió al instante, ya tenía antecedentes por lo mismo, pero lo negó, como buena madre que defiende a su hijo.
Y se fueron como vinieron, con la camisa manchada de caldito y la cabeza embotada por el golpe y el susto. MI primer intento de asesinato, contra americanos, y mormones. Y aunque fuera intento de homicidio involuntario, señor juez, no me arrepiento, por todas las manzanas que los americanos nos llevan lanzando tantos y tantos años desde su atalaya...

viernes, 5 de diciembre de 2008

Se va la semana, el frío, el aburrimiento y las ganas de estudiar.... Aprovechen el minipuente, no queda otra...

jueves, 4 de diciembre de 2008

Cosas que nunca te dijeron...

De cabello fuerte, como su raza, de gesto firme, como su honradez. Su mirada abraza, sus manos dibujan gestos bruscos pero amables. No anda, se desliza. Su puño, tan apretado que asusta. Su alma, tan sencilla que sonríe al miedo. Sangre de mi sangre, el viento le trajo penumbras a su corazón, hielo al deshielo. La recuerdo desde muy pequeño, siempre ocupada, danzando sin parar, como ave que no descansa, como nevar que no cesa. Aprendió de lo humilde, entendíó que su palabra era su única coraza, se hizo fuerte en sencillez, en trabajo, en esfuerzo... y fue esquivando trampas, saltando obstáculos. Regaló la vida a dos niños, herederos de su misma tez cándida, de la misma media sonrisa que no guarda nada, la que no engaña jamás...
Adornó su jardín de esperanza, plantó ilusiones en cada esquina, y fue regando con mimo, como nunca, como siempre, como le enseñaron sin enseñárselo. Pero un día el jardín marchitó y solo hizo recoger pedazos de un invierno que sabía llegaría. Y fue entonces cuando ocurrió el milagro, donde la raza apretó el puño y su gesto, honrado, abrazó lo inabarcable para el común de los comunes, y obró que el invierno tornara en primavera temprana, en flores de mayor vigor, en olores hasta entonces desconocidos. E hizo de su jardín el más deseado, el más rico en sustancia, aún con los mismos ingredientes que antaño, pero diferentes aromas, geniales y puros.
Y siguió luchando, y lo sigue haciendo, por un lugar que es suyo en este mundo, pos sus hijos, por un jardín divino en medio de la nada... Quizás nunca acaricies su alma, pues a los "Pura Sangre" se hace imposible acunarlos, pero quizás puedas acercarte a respetarla, la podrás ver, seguro, en este invierno, en Rios Ramos 61, Villarrasa, y te regalará la primavera....

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Funcionarios como Dios manda...

A muchos les parecerá raro el título, pero sí, así es, ayer por la mañana trasladé mis virus a la Consejería de Vivienda de Sevilla, enclavada en un entresijo de calles que se hacen laberinto. Fui por aquello de actualizar los papeles del nuevo alquiler que pago como buen cristiano. Igual se acuerdan, Zapatero dijo que me pagaría el piso, aún estoy esperando. Pero por si acaso tengo mis papeles al día, no vaya a ser que un día se equivoquen y me tomen en serio.
Después de una hora esperando numerito en mano, la maquinita me indicó que era mi turno. Esperaba encontrarme un tío de esos carca, con bigote y chaqueta de pana, mosqueado por estar fuera de tiempo atendiéndome, pero nada más lejos de la realidad. Allí encontré una chica joven, no muy guapa pero arreglada, con un lenguaje corporal que invitaba a preguntarle cada duda que tuviera. Atendió cada palabra, me buscó los papeles que me faltaban, me ayudó a rellenarlo, y le dio tiempo a soltar un chascarrillo simpático entre medias. Yo, casi por devolver el interés, le pregunté si estaban muy liados con la ideita del gobierno. Puso cara de espanto y me comentó lo difícil de tratar con gente que le cree culpable de su situación, estando como están, desbordados. Pues eso, me dio la mano, le devolví el chascarrillo, sonrió, me devolvió los papeles y acabó mi turno. Y salí por la puerta bien contento, y pensando que muchas veces, el cliente no tiene la razón. Chapeau por ti, funcionaria!, porque funcionas...

martes, 2 de diciembre de 2008

Amistades peligrosas...

Yo ví al ratoncito Pérez y a los Reyes Magos. Sí, alucinen y, si quieren, no me crean. Ocurrió cuando tenía unos 7 años, en esos momentos en los que crees que unos tíos vestidos de magos de Oriente asaltan tu casa en plena noche con camellos y pajes de serie para dejarte regalitos y caramelos bien puestecitos. Sí, en mi casa se le dejaba un barreño de leche que aparecía vacío al amanecer. Vamos, que aún olía a pelo de animal cuando descubría la sorpresa de los presentes, e iba corriendo a la cama de mis padres, a primera horita, más por miedo a que volviera a aparecer algún paje morito con alguna bolsita de caramelos olvidada que por otra cosa. El susto hubiera sido de órdago...
Pues eso, que pasé aquella noche en vela, vamos, que escuché a los reyes entrando en casa y poniendo el scalectric, y hasta probándolo. Me recuerdo aquella noche tapadito hasta el cogote, sudando, asustado por el reflejo de los coches en la ventana, no fuera a a ser que los reyes vinieran antes de tiempo. A la mañana siguiente te olvidabas probando los cacharros, hasta el año siguiente...
Algo parecido me pasó con El Señor Pérez, el ratoncito. A ese lo ví, lo juro, por la rendija que deja la puerta de mi cuarto entreabierta. Le ví cogiendo el diente y dejándome las cien pelas de rigor debajo de la almohada. Les puedo asegurar que mis ojos vieron cómo se marchaba feliz por el quicio de la ventana y saludando. Eso por no hablar de la vez que el ordenador, en antiguo MSDOS, me ordenaba apagarlo e irme a la cocina a comer. Me quedé dos minutos anonadado en las posibilidades de la informática, y, evidentemente, hice lo que me pedía. No medié palabra con mi familia del asunto, no fuera a ser que se enfadara la tan amable máquina...
Y se quejaba mi madre de que tenía mucha imaginación para contar e inventarme historias, y no sé porqué me da a mi, madre, que tienes algo que ver en todo eso...
El Martes que viene, les adelanto, más que nada porque me acabo de acordar, y para que no se me olvide, les contaré la noche en la que intenté asesinar, involuntariamente, a dos mormones con una manzana medio mordida. Hasta entonces, si ven al señor Pérez, a los de Oriente, o a mi madre... desconfíen....

lunes, 1 de diciembre de 2008

Miré usté por donde, hoy al menda no le sale ni una letra, se suspende por hoy la terapia hasta que el paciente venga predispuesto a colaborar, porque así no se puede...

viernes, 28 de noviembre de 2008

jueves, 27 de noviembre de 2008

Raul...

Nació en provincia de artistas, no podía ser menos, donde mar y tierra se unen para dar a la historia el principio de todas las cosas. Al poco nos lo trajo el viento, sonriente, como vive, y nos fue regalando momentos sin esperar nada a cambio. No tuvo infancia fácil, o quizás la más sencilla de todas, amor y guerra entre cuatro paredes que cada vez sonaban más huecas.Sabrás de quien te hablo, es fácil. Con él gana el cariño, sin duda, pues solo tienes que escucharlo un momento, lo justo para descubrirte músculos de la cara que tenías olvidados. También lo notarás, por si aún no lo tienes claro, por esas lágrimas amables que te recorren la mejilla al ritmo de cada chascarrillo. Y después volverás a la calma, a ese mar de secretos y de verdades, ese que tanto nos reconforta y que tanto echo de menos. No aspires a amar su corazón, porque es indomable, excepto para unos pocos, entre los que me cuento, pero haz por pasar, al menos, al umbral de su alma, tan generosa como divertida, tan amable como bella, y conocerás mundos nuevos, dentros de tu mismo mundo, lugares, sensaciones, sentimientos, jamás imaginados. Y ya nunca olvidarás su nombre, compañero, porque hay huellas que no se van, hay mares que no saben borrarlas, arena de la buena. Caballero sin espada, rey sin corona, pintor sin lienzo, no tiene necesidad de herramientas para lo que el hace, sólo su mirada y cuatro palabras justas para hacerte feliz, aunque sea efímero, pero eterno en tus carnes...
El universo le debe disculpas, demasiadas, por permanecer indiferente a su ejemplo, el que propone con cada gesto, el que anima al más deprimido. Una deuda impagable la que tenemos los que lo conocemos, esa que jamás reclamará porque no sabe ni quiere.
Testigo de mis maldades y mis bondades, desde el principio de mis días, si de algo me jacto en este mundo, u otros si los hubiera, es de tener como amigo, como mejor amigo, a la mejor de las personas que he conocido, divina coincidencia, pero aún más divina amistad. Amigo, la distancia es mera anécdota,porque el viento, como antaño, volverá a juntarnos,lo juro, por mi espada, por la nuestra...

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Duros a cuatro pesetas...


Hoy incumpliré una promesa, o varias, según se mire. Pero puestos a ir al infierno o al purgatorio o donde Dios decida, prefiero ir por motivos de verdad, ganaditos bien a pulso. Hace tiempo le prometí a mi madre y a dos personas más que no insultaría a nadie en esta página. Una de esas dos personas, se reirán, fue un sacerdote que me confesó en víspera de exámenes de septiembre, por aquello de acudir a lo que sea para conseguir el aprobadillo, que no se me enfade el clero. La otra persona me lee a diario, me quiere y me respeta, a la vez que me soporta, lo cual no es plato de buen gusto, la vida del excéntrico, ya saben...
Pero basta de mareos literarios y explicaciones. Ayer recibí en el correo una publicidad de esas de tarjetas de crédito fáciles, sí, las "Blucard" o "Yellowcard" o las "Susmuertos People", esas que te dan 30000 napos del ala el mismo día, a la vez que te animan a que te vayas de viaje con la pasta, o para un coche, o para esa reformita que querías hacer en el cuarto de baño. Eso, tome el dinero y corra caballero, y con esto y un bizcocho, vida ideal y desahogada, al menos hasta mañana a las 8. Si, a las 8, tempranito, porque no tardarás mucho en repagar el favor que te hacen con la maravillosa "Greencard Love the World", pero, claro, ahora no deberás 30000, los cuales te has pulido en ponerle esos alerones guapos al buga y llevarte a la chorbi a Chipiona para tirarte el pegote, no, ahora debes el doble cariño,60000 leurillos, y a la voz de ya, que si no te mando un tio que te joda la vida y te meta en listas negras,allí donde habitan las malas personas.
A mi madre, a aquel sacerdote de turno y a la incondicional de mis momentos íntimos, Lo siento, ya os compensaré de otra manera por faltar a mi palabra, pero es que hay días en que el impulso resulta más poderoso que las buenas intenciones. Por eso,a los de las tarjetas fantásticas, Hijos de puta, Hijos de la grandísima puta. Y os lo digo libre de intereses...

martes, 25 de noviembre de 2008

Aquel vendedor de loterias...

Vaya por delante que no soy de comprar cupones de la ONCE, que no sé muy bien diferenciar la bonoloto de la primitiva, ni sé cuando es y dónde se cobra si es mucho. No soy un entendido del tema, ni de las maquinitas esas de los bares, que parecen una feria con tantos colorines,y rara vez echo ya la quiniela. Hace tiempo que perdí la fé en el juego. Ojalá no lea esto mi padre, que lleva echando la misma combinación veinte años, será lo único que yo juegue, cuando él falte.
Pero les pondré en verea, aquel día que les relato me rasqué el bolsillo y jugué gustoso, fue irremediable...
Junio del año 2000, 8 y media de la mañana, cafetería de la Facultad de Humanidades del Campus de Guajara de La Laguna. El que les habla se jugaba los cuartos y algo más minutos despues, tocaba el examen de selectividad, pongan sus cabecitas en situación. Casi ni acertabas a escribir bien tu nombre en folio sin renglones, se palpaba en el ambiente la sintonía de un juicio a muerte, y allí me encontraba, al final de la barra, con leche sola, fría, como la mañana, y a mi lado gentes, profesores de facultad emperchados, alumnos de quinto, de primero...
En esas que entra un señor mayor, con traje viejo pero limpio, corbata anudada a la antigua, un sombrero de esos de copla y un bastón de madera recia. Muy educado, casi midiendo cada paso, lo pude observar desde el principio.Iba despacio de mesa en mesa, sin molestar a nadie. Decía buenos días, aguardaba cinco segundos e iba a otra mesa. Algunos ni se molestaban en levantar la cabeza de la tostada. Al fin se detuvo a mi lado. Era un señor serio, agitanado. Me encantaron sus zapatos relucientes, lucía anillo grueso de oro en la mano con la que mostraba los cupones y llevaba el bigote recortado, muy formal. Cinco cigarros habanos asomaban por el bolsillo superior de su chaqueta. La estampa y las maneras resultaban irresistibles, así que dije: «Deme uno para hoy». Lo cortó solemne, cobró, me devolvió el cambio, se tocó el ala del sombrero y dijo: «Gracias, caballero». Luego se fue andando muy erguido y muy despacio. Impasible. Torero. Valía la pena recordarlo, si tocó o no lo que me vendió es lo de menos...me tocó disfrutarlo unos minutos, y eso fue para mí un gran premio...

lunes, 24 de noviembre de 2008

Frenos que frenan y alcaldes asustados...

Un Lunes más que se atraviesa como hueso de aceituna.La vida del pringao no es vida, al menos de Lunes a Jueves. Les contaré hoy la del Viernes. Caía la tarde, trabajaba en una casa palacio de esas modernas y señoriales, una de esas fiestas privadas donde el ego llega al cielo. Pero ese no es el tema. Iba pedaleando camino de Plaza Nueva, saboreando los aromas de esta ciudad en Otoño, ese olor a castañas que se impregna en los abrigos de anónimos personajes que alzan sus miradas a la altura de la Catedral, majestuosa. En esas que me encuentro enfrente del Ayuntamiento, donde, al parecer, estaban inaugurando algún tipo de obra escultórica que puedes visitar estos días. Evidentemente, donde hay una inauguración, hay un alcalde ávido de aplausos, pero yo no me percaté hasta que lo tuve a dos centímetros de mi rueda. Y es que me quedé embobado con la estatua central del conjunto, una reproducción del "Pensador" de Rodin preciosa, pude adivinar en cobre, con una luz que le daba trascendencia y grandeza. La muchedumbre se afanaba observándolo mientras yo, a una media distancia, hacía lo propio dejándome llevar por la inercia del pedaleo. Pero sucedió, al grito de ¡cuidado!, frené en seco mi montura y quedé a escasos centímetros de un pantalón liso de pinzas, de raya diplomática, al igual que la chaqueta, al igual que... la cara enfadada del alcalde de esta ciudad que me acoge.
Sus ojos se clavaron en los míos igual que los míos en los suyos, nos dirigimos una leve disculpa, a todo esto, él estaba en medio del carril bici, y seguí mi camino, el camino del pringao que va a echar horas por un sueldo mísero.
Y cai en la cuenta. Fue el "Pensador" el que me distrajo, fue la lucidez, la Verdad, la que quiso que atropellara al político, la ignorancia, lo siniestro, lo oscuro...
Pero en el último momento frené, justo al revés que ellos,pensé, que atropellan sin tan siquiera pedir una disculpa, aunque no la sientan de verdad, como la mía del viernes...malditos frenos de disco que frenan cuando frenas...

viernes, 21 de noviembre de 2008

jueves, 20 de noviembre de 2008

En la vida hay mantas y mantas. Están los que la llevan puesta todo el día, arriba, en la cabeza, y los que sólo la utilizan para caer en brazos de Morfeo, o, como mucho, en brazos de algún personaje, anónimo o no, homo o hetero, que eso le importan a sus bajos, que para eso son suyos. Estos son los que toca hoy...
El gesto de ternura es natural, sereno. Una mano acariciando la del otro casi con descuido. No furtiva, sino discreta. Los miro con atención y agrado. Es bueno que la gente se quiera, me digo. Son dos treintañeros correctísimos, el aire educado. Uno de ellos –el que acaricia la mano del otro–, muy bien parecido. Visten ropa deportiva pero buena, con un puntito de clase. El cabello lo llevan muy corto. Sobre la mesa, junto a los cafés y las tostadas, hay un libro cuyo título no alcanzo a distinguir y una guía turística de la ciudad. Hablan bajo, en francés, y observan a la gente que pasea por la Avenida, entre el Metrotren y la Catedral. Es la segunda pareja de homosexuales que vi ayer, y la duodécima, o así, en los tres días que llevo yendo al centro. Los he visto paseando por Santa Cruz, sentados en una cafeteria de la Constitución, siguiendo admirados y atentos, las evoluciones de los cantautores hippies que reunen gente en la calle. Gente mesurada, observo. Sin estridencias. Y eso me gusta. Una mariquita escandalosa incomoda tanto como un macho brutal y cervecero dando voces en la barra de un bar. Cosa de gustos. Se lo hago notar a Juan Carlos,más de Sevilla que la Giralda, mi compañero de fatigas en la facultad tantos años. Os estáis homosexualizando mucho por aquí, chaval, le digo. Aunque en plan bien. Cada año veo más parejas así. Gente agradable y guapa. O quizá guapa de puro agradable.Gente de verdad es lo que quiero, me da igual con quien se lien la manta, mientras no salgan a la calle con ella en la cabeza...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Lo habrán escuchado seguro. Ocurrió en Madrid, el Viernes de madrugada, 3 porteros ciclados le dieron una paliza a un pijomentas borracho de 18 años al lado de una discoteca. El chaval llegó inerte al hospital y se procedió a la detención de los orangutanes de puerta a las pocas horas.
Porteros de Discoteca, vaya un trabajo. Ellos dirán lo de siempre, que si hay que aguantar a mucho tonto, que si la gente sabe mucho, que si la vida de noche es sacrificada... nada, minucias para el que sabe. Solo basta con decir "No entras" a cualquier pringao que no te guste la marca de camisa que gasta y listo. Van muy monos, eso sí, de traje fino y bufanda al cuello bien remangada, que para eso vivimos en un mundo de perchas. Mira, igualito que los políticos y directores de banco, pienso cada vez que frecuento algún local de moda, de traje por fuera y podridito de miseria por dentro, qué paradoja.
Y eso no lo es todo, están muy orgullosos de lo que son, de lo que representan y de lo que ganan, no sé, igual piensan que van a heredar el local...
En definitiva, estos matones venido a menos mataron el otro día a un chico. Que sí, seguro que era un pesado de tres al cuarto, pero al fin y al cabo un niño, empezando a vivir. Y eso que salga en la prensa, porque las palizas no venden periódicos.
Qué podemos esperar de una profesión en la que el coeficiente de inteligencia no pasa de la mínima exigida por la ONU para andar por la calle...Y ahora que salgan los "buenrollistas", que me digan que es que no todos son iguales y toda la pesca barata, pero si me tengo que jugar la vida para tomar una copa con mi pareja o mis amigos vengo, cada vez más, prefiriendo quedarme en mi propio local, mi casa, en el que el portero se llama Antonio, te da los buenos días, pregunta por la familia y hasta te baja la basura si le pillas de buenas...

martes, 18 de noviembre de 2008

El chascarrilo de los Martes toca. Me ocurrió hace años, en mi época de residencia de estudiantes. Algunos viernes tiraba para el pueblo por aquello de pasar un par de días en el remanso de tranquilidad que es mi casa en invierno. Poca cosa, unos futbolines con los amigos los viernes por la noche y el partido del canal sur los sábados, quedarte dormido en el braserito hasta tarde y amanecer a la hora del almuerzo. Pero iba a ser más divertido aquel fin de semana.
Para un estudiante hijo de trabajadores se hace difícil llegar a fin de mes, y aquel domingo 4 euros alumbraban mi bolsillo, lo justo para el autobús que me llevaría de vuelta a la ciudad. En aquellas que, esperando en la parada al final del pueblo, pensando en que algún alma caritativa podría recogerme y llevarme,el altísimo va y me oye y se para a mi altura un coche de esos de 9 plazas con un señor que me preguntaba que si iba para Sevilla. A Dios gracias, 4 euros que me ahorraba. Aquel hombre, seguramente amigo de mis padres, pensé, era consciente de la dura vida académica y estaba dispuesto a aliviar mi raquítico bolsillo por una vez. Dios lo tenga en su gloria, pensaba mientras metía en el maletero mis dos mochilas viejas...
Pero no iba a ser tan fácil. Me senté al lado del conductor, claro, íbamos sólos, pero el hombre de gafas de sol y pelo cano me dijo que no, que me pusiera atrás del todo, que iba a ir más cómodo. Era un coche de esos de 9 plazas en 3 filas, y yo en la última, intentando dar conversación al buen hombre, aunque un poco extrañado por lo de hacerme sentar tan lejos y no hacer mucho caso a mi conversación.
Y llegamos al siguiente pueblo, se bajó del coche y ayudó a dos señoras a sentarlas al lado mía. "Gente que tenía que recoger", dijo, y yo lo miraba admirado de su buen hacer, no quedaban personas como él, pensé.
Y así en cada pueblo hasta rellenar las 9 plazas, mujeres mayores que iban al médico, estudiantes de primero, embarazadas en avanzada gestación... y mi asombro llegaba al cielo.
Y ocurrió, señores, llegamos a Sevilla, paró el coche a un lado y todo el mundo bajó sus cosas. Hicieron todos un corrillo, como despidiéndose, que recuerdo que pensé, será una especie de tradición darse un abrazo o algo, en plan "somos buena gente y nos queremos", y, claro, cojí yo muy educado y me acerqué al corrillo para darle las gracias al hombre por el favor que me había hecho por ahorrarme los 4 eurillos que me darían para desayunar como Dios manda...
Y ahí estaba yo, dando gracias al buen señor, cuando, seguramente, el tío se dio cuenta de que yo no sabía que el servicio no era, precisamente, gratuito, cuando me espetó: "De nada, de nada, pero que son cuatro euros...como el autobús".
Me puse de mil colores, pero salí airoso, como siempre, pagué mis cuatro euros y me perdí por las calles que llevan al centro con la verguenza de un incauto.
La misma noche hablé con mi madre del caso y, mientras ella se mondaba de risa, me explicó que se trataba del denominado "taxista pirata", fenómeno que se daba mucho en los 70 y 80, por lo visto, y que se trataba de eso, de un tío que hacía el "agosto" llevando y trayendo gente de algún lugar.
Total, que aquel día, fui cómplice de un delincuente al que le dí las gracias y al que dediqué la mejor de mis sonrisas, creí en la bondad pura de las personas durante una hora aproximadamente, me jugué la vida en coche ajeno y manos ajenas, y, sobre todo, me quedé sin mis cuatro euros...

lunes, 17 de noviembre de 2008

Un Lunes más para incluirlo en la lista de los días que jamás pasarán a la historia. Y es que días así me gusta ser ácido, no se acerquen mucho por si acaso les pilla algo de mi mala neura. No, no se preocupen, compañeros pagadores de impuestos y coleccionistas de madrugones indecentes, hoy repartiré estopa al que lo merece, al que igual que tú madruga pero al que Dios sí que le ayuda, ese para quien los dichos se cumplen y llega al día veinte de cada mes con más que mucho.
Este finde se reunieron los líderes mundiales en el país yanki, el llamado G20, que engloba a los países más ricos del mundo, para buscar soluciones a la crisis económica mundial, el famoso "plan de rescate" de bancos y financieras. Y se les ve que salen de la reunión bien contentos, seguros de sí mismo, con la seguridad de haber encontrado la pócima maravillosa que salvará lo insalvable. Es para estar contento, son unas buenas dietas las que deben pagarle a cada ministrillo por marear la perdiz en idioma extranjero, y se tiene que comer bien, por fuerza, aún siendo país de infame gastronomía.
No sueñen caballeros, señoritas, o quien leches tenga por asomarse a esta ventana libre. No han arreglado nada, no porque no anden dispuestos a hacerlo , que ya es mucho suponer, sino porque no saben donde está la herida de verdad.
Hoy, en Estados Unidos, no hablaré del tercer mundo, 33 millones de personas viven con menos de un euro al día, sin dignidad ni para mirarse a los ojos. La misma proporción en España. Y tienen que ver a estos señores por la tele con sus amplias sonrisas decidiendo para y por los ricos, culpables de nuestra desgracia.Gente que decide, ¿dónde está el Plan de Rescate para los pobres de solemnidad, que son los que, a buen seguro, más lo necesitan?. Claro, ahora entiendo las siglas G20...

viernes, 14 de noviembre de 2008





Una semana más que se marcha, que caerá en el saco de las semanas olvidadas de tu existencia. Días que se repiten. Necesitamos cambiar nuestra forma de vida para que esto tenga sentido. Así no compensa, qué mal nos lo hemos montado...
Pero alegren sus corazones y alcen sus copas, que es fin de semana, y no está la cosa como para ir desaprovechando ocasiones para ser, al menos, un poquito más feliz.
Esta semana ha sido realmente emocionante para mí en este humilde apartado tan personal como público.... Yo sí que la recordaré por mucho tiempo.Gracias...

jueves, 13 de noviembre de 2008


Jamás les conté el relato de mi estancia en el infierno. Puedo recordar los detalles como si aún las brasas recorrierran mi cuerpo magullado. Puedo recrearlo, por vosotros, que sois legión fiel a mis letras cargadas de vida. Acercaos a esta orilla, al menos hoy, quizás os suene...
Estuve en varias ocasiones en ese lugar del que no se suele volver, siempre a finales de Agosto, cuando el calor sofocante se convierte en brisa húmeda y los días dejan de ser eternos. Iba acompañado de mi familia, pero cada uno viviendo su propia maldición, la que se repetía y para la que nunca estábas preparado.
Despertabas con la lágrima en el párpado gritando venganza contra el destino, aún retumbaban en tus oídos los ecos de una vida mejor, la que dejabas por mucho tiempo. Y sólo tú con el mundo testigo de tu desdicha, los minutos antes eran insoportables. Observabas como si fueras a volver, una y otra vez, los juguetes rotos, la bicicleta que te paseó por caminos mágicos, la plaza en la que aprendiste a vivir, a sentir, el panadero que cada mañana te daba los buenos días, el campanario que avisaba del paso del tiempo... Y repetía cada movimiento, como buscando fórmulas de otra dimensión para prolongar un segundo más tu vida de verdad, esa que ya moría.
Y como si de un funeral se tratase, recogías los últimos recados, despedías a tus seres queridos, alzabas una última mirada al viento, y cerrabas fuerte los ojos para hacer el viaje más difícil de tus días. Ahí se encuentra el infierno caballeros, al menos el mío, en el camino que va desde la Iglesia de las Angustias hasta enfilar la Autovía hacia Cádiz. Cuatro kilómetros que me conocía de memoría, paraíso en días anteriores, ahora se convierte en el peor lugar del mundo. Un Verano más que se acababa, pero no sólo eso. Allí, en esos cuatro kilómetros, yacían ya hasta el año siguiente ilusiones y recuerdos de los que llenan, de los que marcan. Lo que hoy soy, lo que hoy escribo, se lo debo, en gran parte, a ese infierno de sólo cuatro kilómetros, pero tan eterno.... que aún quema.

miércoles, 12 de noviembre de 2008


Este mundo tiene solución. Un tsunami de mil pares que empiece por las costas de Cádiz y amanse a la altura del Cabo de Ajo, buenos y malos revolcados en lodo. Es la única manera, empezar de cero.
Hoy viniendo al trabajo en bici, como siempre, me han insultado tres veces. La primera ha sido un señor mayor, se ha asustado al pasarle al lado por el carril bici y me ha espetado un -"subnormal" de los que hacen época. Y se ha quedado tan ancho. No he querido ni volver la cara por aquello del respeto a las personas mayores.
El segundo ha sido en un semáforo, he pasado cerca de su retrovisor y el tío se ha dado el susto padre. Nada, este hombre simplemente se ha cagado en "tos" mis muertos y ha seguido su camino.
El tercero ha sido casi llegando. Había un hombre en la mediana de 4 carriles en medio de una gran avenida, jugándose literalmente la vida. Y yo que iba adelantando el tráfico pesado de primera hora he pasado rozándole la chaqueta, por lo que se ha acordado de mi madre y del más antiguo oficio.
Y aparcas la bici, con un frío que pela, sin un duro en el bolsillo, perdiendo la dignidad a cada paso por un sueldo que no compensa, con barba de tres días y ninguna gana de hacer nada por nadie.
Este mundo está enfermo, sólo me queda el consuelo, el consuelo de sentirme diferente, y la esperanza, la esperanza de que llegue pronto el ansiado tsunami...

lunes, 10 de noviembre de 2008

Hoy no esperen versos en prosa. No está el horno para bollos ni la nevera para leches. Otro Lunes del mismo color asoma por mi ventana, sin preguntar, oye, y llega para quedarse. La mala educación de los Lunes me fastidia. Y tengo que leer, mientras Antonio me pone la tostada a 2,20, en un periódico de esos que te regalan, que una buena planificación del fin de semana, con su ejercicio matutino y secuestro indiscriminado de azúcares confitados hace que sobrevivamos mejor a una larga semana de trabajos y demás "penalidades". Y a mi casi que me parece una broma macabra. Según éste columnista olvidado, los Domingos cojo y me levanto a las 8, con la fresca, y me voy al parque a hacer unos abdominales, series de 20, seguiditos y sin trampas, después corro alrededor de la fuente de los patos durante 45 minutos, porque si haces menos no gastas calorías. Estiras un poco y unos veinte minutitos de anaeróbico, que a saber lo que es... y te tiras pa´ casa, sudadito y con unas ganas que llegue el Lunes que no veas.
Será eso, será que estuve todo el finde en el sofá viendo deportes y hartándome a dulces, será que me levante a las 2 de la tarde y me quedé dormido viendo películas hasta las tantas. Será eso por lo que hoy estoy amargado...claro. Mierda de periódicos gratuitos...

jueves, 6 de noviembre de 2008


No heredé su pintura. No me regaló su destreza con la acuarela, pero me sería fácil dibujar su alma. Una vida sobre la mía, espejo de mis actos, la biblia de mi genética. Hablar de ella es como describir el suave mordisco de una fruta fresca, como tocar el aire y besar el mar. Inabarcable en belleza, la sabiduría de un anciano, el altruismo de un misionero. Tantos adjetivos que se quedan cortos, cortos cuando una simple mirada haría justicia a tantas palabras incompletas de contenido.
La más digna, la más trabajadora. Siendo aún muy niña juró vida eterna con el amor de su vida. Aún hoy enamorada, sus ojos asoman penumbras cuando él marcha cada domingo en la madrugada, la misma desdicha, domingo tras domingo...
Sus hijos, su verdadero tesoro. Su lucha, la venganza ante una vida que no dejó de poner a prueba. Ejemplo de ejemplos.
Y fuimos creciendo, pero sé que ella aún quisiera mecernos entre sus brazos, alejarnos de cualquier peligro, tan humano como maravilloso.
Agradecerle en una líneas, labor de labores. Tanta poesía en movimiento, tanta luz reencarnada, el coraje de un guerrero, la destreza de un orfebre, hulmidad entre humildades....
Tantas pinceladas en un sólo lienzo, tantas historias incontables, tanto amor .... Ella me dio la vida, y me la sigue dando, con cada sonrisa que regala al mundo.

Feliz cumpleaños Madre...

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Hoy me ha ocurrido un hecho insólito. Me he despertado, temprano, he puesto el calefactor, que cada vez calienta menos, me he vestido, parsimonioso, como cada mañana, me he lavado los dientes y ... -"Válgame Dios", aparecía borroso ante el espejo. Al principio, la duda, "-Será el vaho del agua caliente." Después, media sonrisa, "Será mi vista miope de esta hora indespectiva". Pero cada hipótesis se venía abajo, limpié el espejo, me puse las gafas, y aún así seguía estando borroso. Allí, con el cepillo entre los dientes, embobado, sin verme los bordes de la cara, las lineas de la camisa, todo difuminado, pero solamente yo, no todo lo demás. Miré por la ventana, un día maravilloso, divisaba perfectamente pájaros en el parque, niños en el patio del colegio. Volví la cara a mis libros, apuntes de una asignatura olvidada, todo legible, mejor que nunca. Creí estar dormido, miré el reloj, ví que se hacía tarde y corrí hacia la puerta con gesto torcido ante tan horrible alucinación. Salí del aparcamiento y llegué al trabajo. Ya había olvidado tan graciosa visión de la mañana cuando saludé a mi compañero, el cual hizo el acostumbrado aspaviento. Pero se quedó absorto esta vez en mi imagen. Sólo supo espetarme ..."estás borroso". Caí en la cuenta y corrí al baño, "Dios mio...", seguía sin poderme ver, como un bulto difuminado que respiraba y andaba. Sin encontrar explicación, aguanté burlas y cachondeos y acabé mi jornada laboral. Ya en la calle los niños se reían, los perros me olían los talones, las mujeres susurraban, y yo, muy digno, con paso firme, dirección a mi facultad, donde las risas eran incontenibles. La biblioteca, un clamor, la cafetería, una fiesta. Y yo con mi café, muy entero, sorbo a sorbo, consciente de mi situación pero convencido de mi suerte. Era, desde luego, muy diferente de los demás.  Un día horrible, pensarán. Nada más lejos de la realidad. En mi día encontré, sí, los que se rieron de mí, los que se burlaron, los desagradecidos que me insultaron, los que simplemente pasaron... Pero también me encontré los que me preguntaron, los que se preocuparon, los que, incluso, me admiraron, los compasivos, los agradecidos que me pusieron la mano en la espalda...
Ahora hagan el esfuerzo y piensen en la gente diferente, en cómo los tratamos y cómo nos comportamos con ellos solamente por la fachada que pasean.
Lo de esta mañana me lo he inventado, no amanecí borroso, pero mañana, como cada día, me levantaré sintiéndome diferente... y serán pocos los que me dediquen una sonrisa. Igual es que es verdad que los demás me ven borroso....

martes, 4 de noviembre de 2008

Llevo varios días sin inspiración, como muerto andante con pocas sonrisas en el alma, dando pasos, sin ser en falso, pero demasiado previsibles. Adornar mi alrededor de esperanzas no se hace mi fuerte y olvido el significado de la palabra ilusión. No sé muy bien qué me lleva a esta situación, no sé si serán los días, siempre iguales, que se repiten como el gazpacho, o será el mundo, que parece autista a los sentimientos de verdad. 
Cruel destino, que te devuelve la moneda. Todas las cosas que un día creí vanas en contenido, no sé, la espiritualidad, el amor, el arte, la compasión, el altruismo... ahora las creo imprescindibles para dar sentido a este sinsentido que habitamos. Y me agarro bien fuerte buscando disculparme con una conciencia que se contradice a cada paso. Curiosa esta vida...
Una vida tan gris en la que somos protagonistas, teniendo, al menos, la posibilidad de colorear existencias de tonos pastel. "Podemos cambiar el mundo", pero sólo si queremos, claro. 

lunes, 3 de noviembre de 2008



Situen sus cabecitas, compañeros. Estados Unidos vive mañana una jornada de Elecciones que puede cambiar la historia, para bien. El predicador Obama, tan criticado por sus tendencias izquierdistas se enfrenta a la nación que guarda la esencia del consevadurismo. El país que da cobijo a los ricos más ricos pero que a la vez huele a pobre. El lugar donde el 12 % es pobre de solemnidad, es decir, si lo prefieren, 35 millones de personas bajo el umbral de la pobreza, sobreviven en la inmundicia testigos mudos de un mundo cada vez más injusto. Obama promete dignidad y reparto de riquezas. Me apunto a su plan, tendría mi voto porque me convence. Me levantaría un Domingo de buena gana si mi voto apoya esas ideas. Espero que gane....
Mientras tanto, aquí, en nuestra querida España de la pandereta y el pelotazo, supervivimos sin Obamas salvadores, y los que hay no pasan de ser concejales sin escaño o, como mucho, alcaldes de pueblos de medio pelo... y es que nuestro país no está atrasado, está retrasado.... 

viernes, 31 de octubre de 2008




Bienvenidos a la noche del terror, donde los niños deben esconderse y las brujas preparan pócimas en su marmita. Una de las noches mágicas del año, donde todo puede ocurrir, incluso que no amanezca nunca más... JAJAJAJA
Es la noche del miedo, contaros historias y llorad malditos, llorad!!!!
Espero que paseis un buen Halloween y un, no menos bueno, fin de semana...

jueves, 30 de octubre de 2008


Enciendo tres velas que iluminen mi alma, apago las luces y me enfrento a un folio huérfano de palabras para rellenarlas de sentido. En esta amnesia de vida se hace difícil pararse un rato a contemplarse a sí mismo, conversar con una conciencia que tenemos mal cuidada. No atendernos puede hacer que no entendamos el mundo que nos rodea. Y reconciliarse con quien ves en el espejo, cada ciertos días, se hace necesario para poder tomar aire en un ambiente, si bien, irrespirable.
Y uno busca que te busca, trabajos, hobbies, parejas, coches, hipotecas, ropa a la última, amigos, y no nos damos cuenta de que primero es encontrarnos a nosotros, luchar contra miedos y recelos para construir de alguna forma un castillo de valores y de actitudes, que nos guie en lo bueno y en lo malo, y dejarnos llevar... De lo poco o mucho que me ha servido esta terapia, llamar a una puerta que tenía más cerca de lo que creía y que permanecía medio abierta. Enfrentarme a una guerra perdida de antemano con batallas realmente duras, y exteriorizarlo, escribirlo, me ha sido difícil, como cuando te rajan en canal, pero fue para darle una medicina a mi alma que ha curado órganos que tenía mas bien dormidos. Y he aprendido a valorar mas a las personas, aunque si bien es cierto, he terminado por odiar con mas fuerza a los mediocres de medio pelo y a cenicientas sin hora de llegada. Una terapia que me ha hecho más fuerte, más humano. Es un honor que seais testigos de esta guerra.

miércoles, 29 de octubre de 2008


Vuelta al tajo, un miércoles frío de otoño. Tan frío como los corazones de muchos, tan gélido como las almas de ilusos protagonistas de una realidad cruel, la que vivimos. Pero a veces te tropiezas con gente que merece la pena entre tanto desagravio. Surge de vez en cuando, pero hoy sucedió. Les hablé en alguna ocasión de Antonio, donde me da de desayunar "el mejor café del mundo", con su estampa goyesca, su tripa de buen vivir y su calva incipiente que trata de ocultar con cuatro pelos repeinados. Debajo puedes encontrar una persona enamorada de su familia, de su trabajo y de su esposa. Tiene una capacidad innata para decir lo que tiene que decir, como esos pícaros del siglo pasado.

Pero hoy no era él, no estaba atento y su media sonrisa de todos los días se convertía en gesto contrariado, me quedé observándolo y él se dio cuenta. No supe sino espetarle un sombrío -¿Como estamos?.- Y él, casi sin mirarme, hizo un gesto de esos que se hacen cuando no tienes mucho que decir. No me atreví a preguntar nada más. Pero pude escuchar a los camareros que iban por mesa que Antonio llevaba días sin dormir en casa porque estaba enfadado con su esposa, una mujer de esas de las de antes, de anchas caderas y fuerte presencia, a la vez que elegante y hermosa. Un hombre y una mujer, padre y madre de sus hijos, de barrio humilde pero de corazón gigante, trabajadores desde muy temprano, mirando cada céntimo para que sus hijos se formen y sean buenas personas, a su imagen y semejanza. Y a todo esto pensé en mis padres y en mis hijos, cuando los tenga, y me acordé de Antonio... un ejemplo, de los buenos....

martes, 28 de octubre de 2008

Estoy a las tantas delante de un canal de esos de pago, en un canal de esos de animales, los de verdad, digo, y sale lo de la langosta en Canarias, con los bichos posándose en un sembrado y dejándolo hecho cisco al largarse. Entonces me puse a hacer analogías. Igualito que los políticos de aquí, concluí. Lo que tocan lo hacen polvo. Todo vale para ese estómago voraz que pone cuanto existe al servicio de su ambición, de sus ajustes de cuentas, de su bajeza moral. De esa España virtual que se han inventado, ajenísima a nada que tenga que ver con la España real, pero que nos imponen día tras día, porque ése es su miserable oficio y su negocio. Y claro: asunto que pasa por tales manos, asunto que va a la mierda, sin crédito, sucio para siempre. Y como la política se alimenta de sí misma, el apetito es insaciable. Queman cartuchos sin respetar nada ni a nadie, dispuestos a cargarse lo que sea con tal de aguantar una semana más. Y cómo se odian, oigan. No se mandan pistoleros unos a otros porque no pueden. Y encima se creen originales, los malas bestias. Si fueran capaces de leer, sabrían que todo cuanto hacen se hizo ya. Desde Pilatos, o así. Pero es que, excepto dos o tres, no saben ni quién fue Pilatos. Y así nos va. Ésa es nuestra desgracia: los políticos. La plaga de langosta. La perra historia de España.

lunes, 27 de octubre de 2008


Lamenten su suerte, vuelve a ser Lunes. Pero no lamenten la mía, me hallo en Huelva, entre sábanas oliendo a frutas y desayunos a destiempo, donde madruga el Sol pero no la persona que les habla. Maravilloso exilio.

EL sábado pude escuchar el discurso de Ingrid Betancourt, presa por la guerrilla de las Farc durante años, aislada de lo conocido y mordiendo lodos de infamia cada segundo que seguía respirando. Ha sido condecorada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por agarrarse a la vida cuando no había muchos argumentos para ello. Su discurso, tan humilde, tan dulce, debería formar parte de los diseños curriculares de ESOS, EGBS, BUPS o como se llame...

Curiosa paradoja, gente que ve de cerca la muerte y el sufrimiento, y son los que más amor desprenden...y me enorgullece escuchar de esta mujer su canto contra la indiferencia, la que tantas veces he nombrado en estas lineas.

Aprendamos a valorar lo que tenemos y a los que nos quieren, aún siendo Lunes...

viernes, 24 de octubre de 2008

Fin de semana para perderse entre montes, para compartir momentos con amigos, para pensar y dejar de pensar. Elijan su opción y disfruten, que las horas pasan rápido y no vale el domingo a última hora lamentarse. Aprovechen estos dos días y purifiquen almas y pulmones, como si fuera el último de tu vida, si es que te motiva un poco más la dicha. No busques más de lo que puedas encontrar, pero agarra bien los minutos en los que cobras dignidad, en los que el trabajo queda lejos sin estarlo. No tenemos mucho margen de acción en la vida, pero estos pequeños huecos son tan necesarios como suficientes para dar sentido a la amarga existencia que malvivimos entre semana. Respiren un poco, o dejen respirar al menos, en un mundo que aprieta y que ahoga... Buen finde

jueves, 23 de octubre de 2008

Hace poco me preguntaron si hacia poesia tambien. Para mi escribir poemas es como escribir con la mano izquierda, torpísimo y sin habilidad alguna. Pero como no todo van a ser aplausos, ahi teneis, para que os riais de mi un ratito. Al hacerlo pensé en el mundo de mierda en el que vivimos, en el que nos matamos por poco, y la promesa que deberiamos hacer de empezar de nuevo...


Ya torna el viento a la calma, lanzas aparcadas
Armaduras en ristre y heridas abiertas
Campos de flores, de rojo teñido
Oscuridad sin ser invitada…

Ojos girados hacia el cielo,
Lagrimas que acarician mejillas inocentes
Manos agarrotadas, como el animo
Un mundo sin mundo,

Hermanos contra hermanos,
Sonrisas contra sonrisas, desdicha,
Calor y hielo, donde nadie vence
Mas el mal con su media sonrisa…

Verdadera guerra por hacer,
Engañar destinos y quehaceres,
Matar demonios y prometer abrazos
Besar paraiso en tierra fértil… un hechizo.

No quieras caminar si no es de pie
No quieras llorar si no es alzado,
No quieras amar sin ser amado
Amor contra desidia, debiera ser la guerra.

Y solo tu ante ti mismo
Poderosa la conciencia que mata y no pregunta
Horribles tus movimientos que asienten y no escuchan
Inventa maneras de vivir, diferentes a las de hoy...

Solo tu mano decide…

miércoles, 22 de octubre de 2008

Relato rescatado del olvido.Dedicado a las madres...

Mi hijo no comprende. Viene a verme cada viernes, durante una hora y media, y cree que con eso ha cumplido. Tomamos café despacio, sorbo a sorbo, mientras él aspira un Ducados. A veces lo aplasta a medio fumar en el cenicero, y al poco prende otro. A mi hijo lo matará un cáncer.

El café le dura mucho a mi hijo, lo hace durar. Arrastra cada sorbo como si en ello le fuera la vida, entre calada y calada. Me observa con los ojos entornados y la mente cerrada a cal y canto mientras la cocina se va llenando de humo. Mi hijo recela de mí. Cree que le miento. Yo creo que en realidad lo que ocurre es que no le gusta mi café.

Mi hijo tiene un BMW, un chalecito en la sierra que todavía no he visto y una mujer que se me atraganta como un hueso de aceituna. En ocasiones ella también viene y yo la abrazo, gentil, y ella me abraza, gentil, y nos besamos en la mejilla como dos Judas traidores que tan sólo esperan su oportunidad para apuñalarse. Pero ella no suele visitarme demasiado a menudo. Está ocupada, comenta mi hijo, que es lo mismo que decir que no le apetece. Soy demasiado vieja para su gusto, demasiado arrugada, huelo mal, a aburrimiento y ancianidad.

Yo llamo mucho a mi hijo por teléfono, para recordarle que venga el viernes y que me traiga una de esas cajas grandes con doce cartones de leche, que yo no puedo cargar con ellas; que necesito aceite, harina, verle. Él viene cada viernes, de cinco a seis y media, a la salida del trabajo y me sube el recado, obediente. Siempre fue un buen chico, mi hijo; el único problema es que no comprende.

Nos solemos quedar callados, los viernes, a la hora del café. Yo siempre tomo dos tazas. Él pospone la suya. El cenicero se va llenando de ceniza negra, mortecina, triste, como recuerdos. Aunque a veces hablamos. Le resumo yo mis dolores, mi ciática, mis nostalgias. Él asiente con la cabeza y hace como que bebe, pero luego deja la taza sobre el platillo manchado por dos goterones marrones de torrefacto y yo veo que sigue mediada. Lo que te pasa, mamá, es que no sales. No te relacionas. No juegas al dominó con las amigas, o al bridge, o a lo que quiera que jueguen tus amigas.

Luego se va, mi hijo, y yo le doy un beso en la mejilla y él otro a mí, al aire. Hasta luego, mamá, hasta el viernes que viene, que me estará esperando ya Mercedes. Yo le digo también que adiós, aunque omito lo del hasta el viernes. Él da media vuelta y yo cierro la puerta, pero le espío por la mirilla, delgado como está, esperando al ascensor que sube con un traqueteo profundo. Contemplo la escena deformada por el ojo de pez, que ensaya una lágrima, siempre ensaya una lágrima, como todos los ojos de pez; contemplo esa puerta metálica, verde, fría, que se abre y le engulle, como un pez, a mi hijo.

Mi hijo no comprende. Yo quemo cartuchos y vacío cartones de leche en el desagüe. Luego me quedo sentada en la mecedora, esperando que pasen los días, sin moverme aunque las moscas me recorran el brazo. Eso pienso, que no me moveré, aunque una mosca me recorra el brazo, o se me retuerzan las tripas. Si aguanto así mucho, volverá para verme, preocupado, tal vez el martes, o el domingo, para ir a misa de ocho. Hace veinte años que no vamos juntos a misa de ocho. No me muevo. Miro el teléfono y evoco el recuerdo de su número en la sierra.

Y me quedo así, muy quieta, como muerta, como dormida en mi mecedora. Como embalsamada. Ya nadie comprende.

martes, 21 de octubre de 2008


Jugarme media vida entre el tráfico cada mañana me ha devuelto algo de ilusión por madrugar. Como si de una competición se tratase, sortear obstáculos con la bicicleta me hace liberar endorfinas necesarias para el mal trago de levantarse temprano. Y todo gracias al denominado Sevici, un servicio privado pero concertado con el Ayuntamiento, con el que podrás coger una bici en un punto de la ciudad y dejarla en otro sin mayor preocupación. Y todo esto gratis para el bolsillo y para la mente. Olvidate de aparcar en horas puntas y de semáforos que se ponen en rojo a destiempo.
Y es que no sólo voy a poner verde aquí. Las cosas como son, un minipunto o gallifante o lo que ustedes quieran para el ayuntamiento de Sevilla que impuso este servicio, aún mejorable, desde luego, pero al menos la declaración de intenciones es positiva.
Espero que no me falle un día la dirección de una bicicleta y me dé de bruces con un muro y me quede para regar polvorones de ázucar, hasta entonces, me seguiré jugando mi suerte...

lunes, 20 de octubre de 2008

Lunes de lluvia y tráfico. Ya los rostros desencajados propios de tal día miran hacia el cielo con la boca abierta y las mejillas salpicadas de agua sucia. Los niños corretean por aceras con mochilas que doblan su peso, pensionistas que se acercan a la Caja a ver si sus ahorros siguen en pie, y una marabunta de tubos de escape que hace temblar al mismísimo Hades. Y es lo que nos queda, al menos cinco días por delante del mismo color gris, ese que hay por las mañanas a la hora del pringao. Anhelo esos años de estudiante sin ser estudiante en los que tenía verdaderos problemas para llegar al desayuno de la residencia, en los que vivía de verdad, sin responsabilidades, sin deudas, sin coches ni casas que pagar... y encima aprobaba...
Bueno, nos queda la ilusión de un Viernes que parece lejano.
Gracias, tengo que daros, por las visitas y los comentarios que últimamente haceis en la página. Dan sentido a esto...

viernes, 17 de octubre de 2008


La mejor de las novelas, sin duda. Creciste en un pequeño pueblo, de calles encaladas, en el que el Sol aparece noble hasta la penumbra, de esos lugares en el que el tiempo no corre, camina. Habitabas en casa humilde pero no faltaba un puchero, una fruta fresca y un chocolate los domingos. El aburrimiento apaciguaba sentidos tanto como los educaba. Pasaste inventando mundos durante una infancia de salud débil, tanta imaginación en un envase tan frágil.
En una época en la que había poco que elegir, un día, sin más, empezó tu aventura, tan fascinante como peligrosa, tan triste como enriquecedora. Madrid, tu destino, nada que ver con tus casas bajas de fachadas blancas, nada que ver con la mirada de una madre que no veía más allá de tu nuca, porque no le importaba nada más. Tu empresa, sin ser empresa, herencia de la ignominia, asesina de libertades y creencias, y todo por una bandera que cada día iba perdiendo color. Destinos peligrosos, lejanos, amigos caidos, maniobras en medio de la nada, juicios a destiempo, sinsentidos en un mundo sin sentido, y con cuatro almas en casa a la espera de una voz tranquilizadora, la que siempre dabas, la que quizás no estábamos preparados para oir...
La mejor lección que dió a sus hijos, el esfuerzo y el talento no estan reñidos, se necesitan tanto como se repelen a veces, pero puede hacer que termines proyectos, dar paz a tu alma, fuerza a tu corazón. Y con esos ingredientes te superaste, una licenciatura, una enfermedad, un matrimonio, una paternidad. Obstáculos que convertías en virtudes de tus mundos, siempre con la mano tendida al que no ve lazos por ningún lado. Tu calidad reside en tu destreza tanto como en tu fuerza de espíritu, y eso me hace estar seguro que, en tu vida, nadie que se haya acercado un poco al umbral de tu alma habrá quedado indiferente. Para bien, para mal, los sumergiste en un océano de posibilidades desconocidas hasta entonces. Y sigues luchando como el primer día, cada domingo cuando te vas, cada paciente que recibes, cada palabra que a tus hijos dedicas...y siguen sin dejar indiferente...
Como te digo cada año por esta época, te admiro tanto como te quiero y te respeto tanto como te necesito. No entiendo mi mundo sin tu genética, que es la mía. Mis letras son mi único homenaje, sin ser mías, porque tu me enseñaste... a escribir la mejor de las novelas, la nuestra...
Feliz Cumpleaños Padre

jueves, 16 de octubre de 2008

miércoles, 15 de octubre de 2008



No, no es Marte, es el Rio Tinto, a 3 kilómetros de mi pueblo, en una barbacoa que hicimos el Domingo y en la que estuvimos bastante a gusto. Cervecitas y carne en salsa, además de buena compañía y muchas risas.
No le pidan mucho más a la vida que unos pocos buenos ratos con los que aprecias.
Hoy no me siento muy hábil en palabras, por lo que me refugiaré en esta foto y en estas pocas letras... que no son poco.
Ojala lo repitamos...

martes, 14 de octubre de 2008


Compañero de travesía, que a veces te asomas a husmear en palabras de quien creías conocer, que a veces me abandonas durante semanas sin dejarte ver, dejarte notar... Hoy quiero intimar contigo, me gustaría que encedieras una simple vela, música de fondo, o quizás imagina olas de mar rompiedo en la orilla de una playa en la que pasamos la noche alrededor de un fuego humilde a la vez que sincero. Un buen vino y una noche estrellada, de esas de verano en la que tu mundo y el mío se paran, una tregua entre tanto movimiento, y nos permite mirarnos y contarnos verdades. Este es mi pequeño homenaje, para el que me sigue y para el que me persigue, para el que puede mirarme aún sin conocerme. Esta terapia que empecé y que da resultado, y vosotros protagonistas de mi mundo más que nunca, y que siga sucediendo...
Pues deja, compañera, compañero, que abrace tu verdad, tus gestos, y pídeme el mundo si así lo deseas, pero no dejes de visitarme de vez cuando, porque me haces sentir vivo...
En todo este tiempo nos enfadamos por horribles sucesos, nos reimos de hilarantes anécdotas, nos pusimos serios cuando debimos, nos emborrachamos de desgracia tanto como de amor propio y de valentía, nos disfrazamos de lo que no éramos y nos abrazamos en la distancia que nos da, que os da, el anonimato. Pero jamás dejé de sentirte.
Sólo espero que ésta travesía os haya enseñado tanto como yo he aprendido de mí mismo, gracias con mayúsculas, a los que os conozco, por vuestro magisterio, a los que no, por vuestras enseñanzas. No me perdereis...

lunes, 13 de octubre de 2008


Me levanto de buena gana, aunque sea Lunes, si la primera noticia que escucho yendo al trabajo es el hundimiento total de los bancos y las Bolsas del mundo. Tanta alegría me produce que quisiera llorar de emoción y alborozo, cual talilbán ante su virgen. El poder al servicio del destino, el rico jodiente empieza a ser jodido, el especulador especulando sobre su amargo futuro, el cacique encacicado...

Albricias!! Ya el humilde, el currante, el parado y semejantes no son los únicos humillados por un mundo capitalista que aprieta y ahoga, por mucho que Dios se empeñe en lo contrario. Sí, es cierto, nosotros los descamisados de tres al cuarto, por ser parte de la última cadena trófica, más perjudicados, pero tenemos una ventaja, estamos acostumbrados..

Y ahora volad libremente ricos y políticos e inversores de este magnífico mundo, volad a través de vuestros altos ventanales de altos barrios. Apagad vuestra vergüenza con vuestro suicidio, tan necesario como utópico. Y caed en la dura realidad del que no respira porque no existe aire que respirar y del que resbala constantemente en un mundo de mantequilla. Morid malditos, y llevaros al otro mundo mi carcajada... la carcajada de un pringao que no tiene un duro en Bolsa..

viernes, 10 de octubre de 2008


Intentaré hacer una breve crónica desde mi facultad, provincia de un país elitista llamado Universidad. Lo que veo no me gusta, a mi alrededor alumnitos y alumnitas con una idea clara, el Aprobado. Olviden eso de la formación en valores, decencia humana y demás imbecilidades. El 5 justito, o el 9.5, me da igual, una nota es todo a lo que aspiran, y cambian a la mejor de sus amigas si es necesario, a quien sea por tan noble código alfanumérico.

Hay de todo, pero hablaré de lo que abunda en mi provincia. Mojigatas de muy señor mío, ceceo más allá del ceceo, con los mismos valores que una escoba y la misma pulcritud textil que una doncella en casaderas. Preguntas imbéciles en clases imbéciles donde, al final, parece que el único imbécil es uno mismo. Se reiteran tanto como la última frase, se contradicen tanto como lo que vivo y lo que escribo. Y a todo esto, papas y mamas detrás sufriendo por la nena.

Si Platón levantara de la tumba y viera tanta mediocridad en el único sitio donde debería estar prohibido...
El saber no ocupa lugar, y en mi facultad se cumple el dicho, no ocupa porque no existe.
Me siento huérfano en esta provincia, mi mejor Universidad?? yo mismo... con mis problemas..., donde, curiosamente, más veces he suspendido....
Buen fin de semana