viernes, 9 de octubre de 2009

De la mano, llevarte...

En mil acuarelas te ví, paciente, guerrera, pero siempre piadosa a los ojos del artista. Te he recorrido palmo a palmo, respirando vida, que es lo que ofreces, en silencio, humilde. Has visto crecer generaciones, siendo testigo de sonrisas impagables y momentos inolvidables, desde el abrazo sincero de una madre hasta la mirada más tierna del que te observa abrumado. Y tú, fina, mostrabas siempre tu mejor retrato, sin ser nunca el mismo, como los sabores que elevan el espíritu, no creíbles para quien no los experimenta…
Sobre tu cuerpo han paseado héroes, grandes poetas que te susurraban mientras tu escuchabas la prosa que relata el viento, haciendo tuyos los misterios y leyendas de muchos que no se atreven a perderte en la memoria. Has cobijado al hambriento, al desalmado, has suspirado por amores de otro tiempo y tormentas que se lo llevaron, solitaria…
Siento cerca tus caricias, aún siendo lejos, porque curas cuando tocas y besas sin saberlo, a pesar de tus garras y tu furia, ardiente descaro para muchos, bello desdén entre mis dedos, pero dejarme decirte, que sólo aspiro a alcanzarte, fiel a mis deseos, porque apareces si te busco, más allá de inviernos y disculpas. Amada permíteme contarte, que hoy te quise recordar, pues permaneceremos alejados tiempo, mas queda el consuelo, el consuelo de dejarte en tu playa, distante, serena, y aún así, entre mis letras, de la mano, llevarte…

lunes, 5 de octubre de 2009

No se fien de las ratas...

Nada es lo que parece. Aunque usted tenga la sensación de vivir en un mundo medianamente libre, con la mirada puesta en unos objetivos alcanzables y supuestamente razonables, a su alrededor habitan submundos que asustan al más pintado. Con mirar a otro lado y seguir el camino tiene bastante, pero si un día le madruga la ventolera y se propone saltar al vacío, acérquese a uno de esos lugares donde la realidad torna en infierno y todas las cosas que parecían amables se convierten en la peor de las pesadillas. Así está el patio. Pero no preocupe, a todos nos llega el momento de librar la batalla contra nuestra propia paciencia y rozar los límites de la abnegación humana. No queda otra que bañarnos en algún momento en la inmundicia, por más que tratemos de evitarlo. No les voy a engañar, no hay escapatoria, a no ser que tome las de villadiego y se tire al monte a vivir en un chamizo, opción a tener en cuenta viendo el percalito que está montado...
Posiblemente, a estas alturas del texto, ya haya usted caído en la cuenta, pero intuyo que su mente vuelve a estafarle al respecto. No importa, déjese llevar. Salga a la calle y dé rienda suelta a los sentidos, prejuicios, impresiones negativas, despechos, sinsabores, pues nada puede ser peor, ahora que ya conoce la realidad en esencia de este nuestro mundo. No les seguiré mareando, que ya tienen bastante martirio fuera de estas letras. Si han imaginado delincuencia en mis palabras, vicios, guerras... olvídenlo, no me refería a nada tan importante, lo cual hace más peligroso el cotarro si cabe. Les hablaba de la burocracia de nuestro sistema, la misma que nos inunda de muchos deberes y pocos derechos para terminar firmando abajo, sin que nadie nos explique la razón de tanto papel y protocolo...
Perdonen la brasa, es simplemente que mañana a primera hora seré yo mismo el que aguarde la dichosa cola para que me firmen, me sellen o me rectifiquen el típico trámite de turno, ese que no sirve para mucho más que darnos la oportunidad de volver al día siguiente , aparte de robarnos lo poco de dignidad que nos aporta un sistema tan podrido que apesta, por muy bonito que lo pinten las ratas de ésta, nuestra cloaca...