martes, 12 de abril de 2011

Todo esto tan nuestro...


No importa demasiado su origen ni su destino. Lo mismo es si le sobran las monedas o si es huérfano de  bolsillo. No vamos a juzgar su camisa ni su cañero. Ni siquiera si viene para quedarse o solo está de paso. No espere miradas para otro lado. Aquí se tiende la mano a quien la ofrece. Los pecados se entierran con el polvo de la senda. Sus lamentos lo convertimos en alegría y chascarrillo. Permita usté el abrazo y el baile, el encanto de guiñarle un ojo a la vida. Olvide los sacrificios y los madrugones por un momento. Respire el aire puro que se nos ha dado, suspirando por esa amistad de la buena que es suya. Deje atrás los rencores, las rencillas, los vecinos que molestan, los caciques que le desesperan, los temores. Sienta el Sol sobre su cuello, los campos de su mundo, el gentío de su villa. Juegue a ser señor de los caminos y caballero de las almas de su tierra. Tenga el honor por bandera de quien lucha por sus tradiciones, de quien respeta la naturaleza y la bebe con descaro. No guarde nada para luego. Las muchachas lindas, el flamenco, saludar la noche, las hogueras, las estrellas. Pare si puede el tiempo. Ver amanecer, el silencio, las carcajadas y los valores. 

San Isidro es juntar todo eso. Es honrar al labriego, santificar las fiestas, disfrutar lo nuestro. Es girar la vista a los antepasados, cobijar lo humano, amar lo digno del campero. Es entender la fe de la siembra, la ilusión de la cosecha, girar la vista al cielo. Es Mayo y su ambiente, los cantares y las manolas. Sucumbir de compadres a la luz de una candela que recuerda los que faltan. Vivir el presente con la mirada perdida en el horizonte.  Encontrarse con los hermanos, los amigos que nunca sobran, con uno mismo que se olvida…

San Isidro son letras de peregrinos que gritan esperanza al son de tamborío, esas flores nuevas que no dejan indiferente. La lágrima saltada y el corazón dispuesto a todo. Gastar las manos de dar palmas y ese niño que empieza a querer lo que le pertenece. Son aires del Tinto y olor a eucalipto. Domar las bestias a golpe de lucero rumiando versos de Machado…

Es cansar los sentidos de poesía. Morir de pie para nacer de nuevo. Curar las llagas con fandangos que rozan lo más profundo. Jurar a Dios  por una costumbre nuestra que no cesará más allá de los tiempos. Porque así lo sentimos los villarraseros, fieles comendadores de un santo que ensaya una sonrisa cada primavera para darle la razón última a su noble pueblo que le sigue, por siglos que pasen por sus calles y la bella gente que lo habita….

7 comentarios:

kikofen dijo...

WENO. UN ARTICULITO QUE ME HAN PEDIDO PARA SAN ISIDRO DENTRO DE UN MES. EN EXCLUSIVA!! JAJA. UN ABRAZO

Mariló dijo...

A mi que no me hace falta nada, con este articulo me dan más ganas aun de fiesta!

Anónimo dijo...

como escribe el jodio. y mas de unos cuantos viviendo de las letras y este tio buscandose la vida como puede. muchos besos kike.marina

ana dijo...

Espectacular

juann dijo...

Eres grande crack!!

Anónimo dijo...

Oye, tendrás que pagarme por derechos de imagen!! ;) Está genial el artículo, lo cierto es que este tipo de Fiestas son para olvidarse del monótono día a dia y beberse entre risas y palmas un dia máigo a la vera de los amigos y familia...Espero volver este año...
María Vázquez

Reme dijo...

Gracias,por poner en palabras y transmitir tantas emociones de personas tan queridas.Un beso y que disfrutes del día.Reme