jueves, 5 de marzo de 2009

Fotos Malditas...

Me lo contaba mi amigo Juan mientras encendía un cigarro y se quitaba la chaqueta. Juan es muy dado a hacer viajes lejanos, a menudo poblados pobres de solemnidad en los que echa un cable a la vez que alimenta su afición por la fotografía. Otras veces visita ciudades gigantes, allí donde todo es impersonal a pesar de la vida puerta con puerta. En esos viajes y en tabaco gasta su sueldo de artista, pero siempre vuelve con diferente cara. Ese Lunes llegaba distraído, como dando vueltas a algo imposible de entender. Después de insistir, al segundo café, me contó la vivencia. Se trataba de un pueblecito pequeño, rodeado de tierras fértiles, un lugar en medio de la nada donde sus habitantes trabajaban el campo como medio de vida. Unas de las pocas distracciones de esa gente consistía en esperar a la fiesta de la llamada “Zurc”, momento en el que sacaban en una especie de palio una figura simple a la que adoraban y por la que juraban promesas por favores divinos. A “Zurc” le pedían por la llegada de la lluvia, por la enfermedad del hijo, por ellos mismos… Me contaba Juan que mientras la sacaban por sus pedregales, la gente del poblado lanzaba gritos como poseídos, casi en trance, y que incluso había quien lloraba a su paso, por no hablar de las leyendas de curaciones milagrosas. Pero también me decía que eran los mismos que después en casa maltrataban a la esposa y a los hijos, los mismos que no dudaban en matarse como animales por negocios o ser capaces de morir para recibir bendición divina. Me hablaba de los sentimientos de culpa, del papel de la mujer en esa sociedad, de los impuestos y la la corrupción del gobierno, de los pocos medios de la escuela y lo injusta de su Justicia. Casi ví asomar en Juan una lágrima cuando resumía tanta barbarie y tanto sinsentido, apretaba el puño por no entender tanta diferencia en un mismo mundo.
Abrumado por la historia, le pregunté por el nombre de la ciudad, la zona, el país, su tipo de gobierno, esperando clavar así un tachón en el mapa de la inmundicia. Fue entonces cuando Juan levantó la mirada del café y me dedicó una sonrisa, -Mejor no te lo digo, dijo. Imaginé los horrores de alguna nación integrista, esos lugares de turbantes que anteponen el dogma al sentido común, pero ante mi mirada curiosa continuó...
--… Que va!!, Estuve en un pueblo del Condado, bajando una colina, con un campanario que reza al horizonte por unos habitantes olvidados del mundo…
No quise insistir en el nombre, jamás me atreví a ver las fotos, y no sabe Juan, ese artista incomprendido, que aquel día me hizo llorar en silencio…

9 comentarios:

Anónimo dijo...

que verdad es que muhcas vecs criticamos otras culturas sin saber que nosotros hacemos cosas peores incluso. Me ha gustado como nos has hecho creer que se trataba de un regimen musulman integrista y despues nos has hecho caer en la cuenta de que eramos nosotros mismos, sobre todo los andaluces espero que reflexionemos

Anónimo dijo...

muy bueno....me ha hecho pensar la verdad...parece q esas cosas solo pasan en pueblos lejanos y en paises musulmanes, pero que va si aqui al lado somos iguales o peores....gracias un día más por tu escritura. un beso

Anónimo dijo...

es verdad!! no hace falta irse lejos, lo tenemos tan tan cerquita!!!


pd: kike como no vengas este finde, no querré mas nunca jajajajaj!!! espero verte y con disfraz porsupuesto ehhh!! jajaja un beso :-)

Anónimo dijo...

me tienes enganchada a tu eescritura, tus letras son divinas y el mensaje impresionante, por un momento tb me pense que Juan habria ido a algun pais taliban como dices, pero que dificil es mirarse el o,bligo y darnos cuenta de las imbecilidades que hacemos, esta bien que hayas escrito esto, esta la semana santa cerca, que muchos reflexionen.

Anónimo dijo...

Cada vez puedo menos con la hipocresía y con las manifestaciones culturales mezcladas con imagenes.me quedo con la fotografía del momento, la música, las flores,los olores, pero no lo mezclo con la religión porque entonces no me gusta lo que veo.Un beso.

Anónimo dijo...

Las personas necesitan CREER y tener "fe" en algo. Cuando pierden la esperanza en lo que ven fijan sus esperanzas en "lo que no ven" que eso es mas dificil que les falle....Las comunidades mas evolucionadas confian mas en el "otro" y no tienen necesidad de mirar al cielo. En Andalucia todavia necesitamos hacer una gran "revolución" al respecto...

Anónimo dijo...

estoy deacuerdo con todo lo dicho, ahora solo tienen que darle la vuelta a la palabra ZURC y los de mi pueblo sabran de lo que hablo. Respeto las creencias mas no respeto al que no tiene respeto por no tenerlas..

Anónimo dijo...

Muy bueno, si señor! puro como la vida misma, una pena que aun siga siendo así, ¡señores, es cierto! vivimos en una sociedad que se sigue moviendo por la hipocresía e infidelidad con respecto a los propios principios, ya sea por motivos culturales u otros que no vienen al caso. ¿Porqué? ¡¡¡Tantos esfuerzos por aparentar, de puertas hacia fuera!!!, cierto es, que lo único que hace feliz a una persona es sentirte satisfecho consigo mismo ¿Para qué tanta falsedad?

Me ha encantado, qué manera tan sutil de expresar lo que a mi modo estoy describiendo yo con tan toscas palabras.

Saludos desde los madriles

Anónimo dijo...

la primera cancion es chulisima, me encanta la musica y me encanta el blog. ANa